El volcán activo Agung, localizado en la isla indonesia de Bali, entró en actividad este sábado en la tarde por segunda vez en menos de una semana, disparando una columna de ceniza de más de 1.500 metros de altura.
De acuerdo con Reuters, la nube de ceniza resultó ser mucho más grande que la emitida por Agung este martes —de unos 700 metros de longitud— y provocó que varias aerolíneas como KLM, Qantas, AirAsia y Virgin, cancelaran o reasignaran sus vuelos en la región. Singapur ya había advertido que las nubes de ceniza podrían "perturbar gravemente el transporte aéreo".
Por su parte, la Oficina Nacional para el Manejo de Desastres de Indonesia aseguró en un comunicado que no se ha registrado un aumento en la actividad sísmica y volcánica, luego de la erupción de este sábado y subrayó que el turismo en la isla sigue siendo seguro, con excepción de la zona alrededor del volcán, un área que se extiende a un radio de hasta 7,5 kilómetros desde la cumbre.
Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la oficina, compartió varias imágenes de la cima del volcán, e instó a la gente en las cercanías de la montaña a no entrar en pánico. En las últimas horas afirmó que "humo y ceniza volcánica" continúan saliendo del cráter y que aún se evalúa la actividad volcánica.
JA Barata, portavoz del Ministerio de Transporte de Indonesia, aseveró que el Aeropuerto Internacional Ngurah Rai sigue siendo seguro y trabaja con normalidad, a pesar de algunas cancelaciones. "Se ha aplicado una guía táctica de salida y llegada para los aviones. Esto no ha puesto en peligro ningún vuelo", dijo Barata.
El pasado 22 de septiembre se anunció la máxima alerta en Bali a causa de la posibilidad de erupción del Agung, activo desde agosto. Dos días después, cerca de 35.000 personas fueron evacuadas luego de registrarse cerca de 300 temblores en la isla, tras lo cual las autoridades declararon como peligroso un radio de 9 kilómetros alrededor del volcán.
De producirse esa erupción, sería la primera en 50 años. La última vez que eso se produjo fue en 1963: se cobró la vida de un millar de personas y lanzó ceniza a 10 kilómetros de altura.