El Gobierno de Venezuela ha difundido este sábado un comunicado en el que "condena enérgicamente los lamentables hechos que se desarrollan en la hermana República de Honduras", donde —denuncia el documento— "sectores de oligarquía" nuevamente pretenden dar "un zarpazo a la democracia".
Para Caracas resulta "lamentable" que "la represión y el uso excesivo de la fuerza" por parte de los organismos de seguridad nacionales sean la respuesta ante el "ejercicio del derecho a la protesta del pueblo hondureño", que "exige respeto a su voluntad popular".
En este sentido, el Ejecutivo bolivariano "exige a las autoridades hondureñas respetar los derechos humanos y electorales del pueblo de Honduras", en particular, "la transparencia en la gestión del proceso electoral para que éste refleje inequívocamente la voluntad popular". Asimismo, llama a la comunidad internacional a "estar alerta" ante unos hechos que "prefiguran una posible escalada de violencia que sólo traerá destrucción y sufrimiento" a Honduras.
El secretario del Consejo de Ministros de Honduras, Ebal Díaz, anunció este viernes la suspensión de varias garantías constitucionales, el estado de excepción, así como el toque de queda, que permanecerá en vigor durante diez días, desde las 6 de la tarde a las 6 de la mañana. Las protestas de simpatizantes de la Alianza de Oposición se saldaron ese mismo día con al menos cinco muertos, 20 heridos y un centenar de detenidos.
El malestar de los opositores del Gobierno de debe al retraso en el recuento de los votos por el Tribunal Supremo Electoral. En los días posteriores a la jornada electoral del pasado 26 de noviembre Honduras permaneció sin resultados oficiales.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, también lamentó la escasa atención que la comunidad internacional presta a la situación en el "país hermano". "¿Por qué EE.UU. y la OEA mantienen un silencio cómplice sobre las elecciones y la muerte de ciudadanos?", se preguntó. Mientras "la democracia peligra en un país hermano", Morales lamenta que Luis Almagro [secretario de la OEA] y compañía "no solo no se pronuncian, sino que parecen mirar a otro lado".