"El presidente Mahmud Abbás recibió una llamada telefónica del presidente de EE.UU., Donald Trump, en la que se le notificó al presidente [Abbás] su intención de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén", ha declarado el portavoz del mandatario palestino, Nabil Abu Rdainah, en un comunicado.
En respuesta, el presidente de Palestina, Mahmud Abbás, señaló al mandatario estadounidense que una medida como esa tendría "consecuencias peligrosas".
"El presidente Abbás ha advertido de las peligrosas consecuencias que tal decisión tendría para el proceso de paz y la paz, la seguridad y la estabilidad de la región y del mundo", ha declarado el portavoz.
La conversación de los dos líderes ha tenido lugar después de que la semana pasada se informara de que Washington tenía planes para reconocer formalmente Jerusalén como capital "indivisible" de Israel, así como de trasladar a esa ciudad su Embajada en Israel.
Actualmente todas las misiones diplomáticas extranjeras en el país, incluida la estadounidense, se encuentran en Tel Aviv, donde también se ubica la sede del Gobierno israelí.
Ola de reacciones
Las informaciones sobre las intenciones de la Casa Blanca provocaron una ola de reacciones en todo el mundo árabe. La Autoridad Palestina y la Liga Árabe advirtieron a EE.UU. contra la medida, alegando que aumentaría la inestabilidad y pondría fin al proceso de paz.
Por su parte, altas autoridades de Turquía también alertaron de que el eventual reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de Washington sería una "gran catástrofe" y una medida que conduciría a nuevos conflictos en la ya convulsionada región.
"Destruiría por completo el frágil proceso de paz en la región y conduciría a nuevos conflictos, nuevas disputas y nuevos disturbios", afirmó el viceprimer ministro Bekir Bozdag durante una conferencia de prensa este lunes.