Intifada palestina: ¿Qué significa la llamada de este jueves y qué precedentes hay?

Después de los conflictos armados entre Israel y distintas alianzas de países árabes, se han producido dos rebeliones palestinas que no tuvieron respuesta en el resto de Estados de la región.

Los llamamientos a la intifada como el que ha hecho este jueves el dirigente del movimiento Hamás Ismail Haniya son un fenómeno moderno que está relacionado con la ocupación israelí de los territorios palestinos tras la Guerra de los Seis Días (1967). La propia palabra significa en árabe 'sacudida', pero los traductores de Internet la interpretan como 'levantamiento'.

La primera rebelión del pueblo palestino catalogada como intifada (1987-1993) fue una lucha contra la ocupación y las discriminatorias condiciones de vida en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. El 9 de diciembre de 1987 los soldados israelíes respondieron con fuego a las protestas: mataron a un adolescente e hirieron a varios jóvenes más cuando lanzaban piedras a vehículos del Ejército desde un campo de refugiados.

El episodio generó una ola de disturbios, que en apenas diez días llegó a la ciudad de Jerusalén. Los rebeldes no se limitaron a tirar piedras, sino que emplearon cócteles molotov, granadas y armas de fuego. En los seis años que duró esta primera rebelión árabe perdieron la vida cerca de un centenar de militares israelíes. Por su parte, las fuerzas israelíes mataron a más de 1.100 palestinos.

La primera intifada estuvo también jalonada por una protesta pacífica protagonizada por los palestinos cristianos, que se negaban a pagar impuestos a las autoridades israelíes. Los acuerdos de Oslo, firmados en septiembre de 1993 por el presidente israelí Isaac Rabin y el líder palestino Yasir Arafat, pusieron fin a la intifada.

El 29 de septiembre de 2000 comenzó la segunda intifada, cuyo pretexto fue la visita a la Explanada de las Mezquitas del entonces primer ministro de Israel Ariel Sharon y un grupo de seguidores.

Los integrantes de los grupos palestinos extremistas elaboraban artefactos explosivos que lanzaban contra los civiles. Se generalizaron también los ataques suicidas con bombas. Israel respondió con misiles y bombardeos, un importante despliegue castrense y también con los asesinatos de algunos dirigentes palestinos. Las tropas israelíes tomaron el cuartel general de Arafat en la ciudad de Ramala.

Como consecuencia de varios años de enfrentamientos, en mayo de 2005 habían muerto más de 3.000 palestinos y cerca de 1.000 israelíes. Un éxito parcial para los palestinos fue la retirada por parte de Israel de sus tropas de la Franja de Gaza en agosto de ese año. A partir de ese momento, la lucha fue en declive, pero continuó al menos hasta finales de 2008, cuando las bajas totales contabilizaban más de 6.500 personas, 1.076 de las cuales eran niños. No ha habido ningún acuerdo que haya puesto oficialmente fin a ese conflicto.