Un nuevo estudio de la Universidad de la Reina de Belfast (Irlanda del Norte, Reino Unido), que lidera la investigación internacional sobre el Oumuamua, primer asteroide interestelar de nuestro Sistema Solar, ha arrojado nuevos resultados que refutan la idea de que pudiera tratarse en realidad de una nave extraterrestre.
La investigación, publicada este lunes en la revista Nature Astronomy, sugiere que Oumuamua ('primer mensajero' en hawaiano) está recubierto con una corteza especial que le permite soportar temperaturas de más de 300°C. Así, su "capa aislante", rica en materia orgánica tras millones de años de exposición a "rayos cósmicos", le permite reflejar la luz de Sol.
El profesor Alan Fitzsimmons, que encabeza el estudio, señala que esta corteza habría protegido su interior helado, similar al de un cometa —es decir, rico en hielo y agua—, de ser vaporizado por los rayos solares. Destaca que la superficie de este cuerpo celeste —rocoso y de tono rojizo con forma de aguja o cigarro— se parece mucho a la de los pequeños cuerpos en las regiones exteriores de nuestro Sistema Solar, "cubiertos de hielos ricos en carbono, cuya estructura se modifica por la exposición a los rayos cósmicos".
Michele Bannister, coautora de la investigación, califica de "fascinante" el hecho de que Oumuamua se parezca tanto a "mundos más pequeños" de nuestro propio sistema. "Esto sugiere que la forma en que se formaron nuestros planetas y asteroides tiene una gran afinidad con sistemas alrededor de otras estrellas", dijo.
- El asteroide, también denominado A/2017 U1, fue avistado el pasado 19 de octubre por el telescopio Pan-STARRS 1, que está situado en el volcán de Haleakala (Hawái, EE.UU.).
- Aunque pasó cerca del Sol en septiembre y está camino de abandonar nuestro Sistema Solar, los expertos estimaron "maravilloso y emocionante" analizar su trayectoria.
- El equipo de Breakthrough Listen, un ambicioso proyecto científico para la búsqueda de vida extraterrestre en otras galaxias del que es integrante Stephen Hawking, buscaba señales electromagnéticas provenientes de Oumuamua que confirmaran que se trataba de una nave extraterrestre. No obstante, el asteroide no arrojó resultados positivos al respecto.
- A pesar de que consideraban mínimas las posibilidades de que el Oumuamua tuviese un origen artificial, los científicos decidieron observarlo para despejar dudas, puesto que su forma alargada y tono rojizo no es habitual, ya que los cometas presentan una forma redondeada.