El presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó con suspender la ayuda financiera a los países que en la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, dedicada al estatus de Jerusalén, voten en contra del reconocimiento de esta ciudad por parte de Washington como capital de Israel.
"Toman cientos de millones de dólares e incluso miles de millones de dólares, y luego votan en contra de nosotros", declaró Trump ante los periodistas en la Casa Blanca este miércoles.
"Bueno, estaremos viendo esos votos. Dejen que voten contra nosotros. Ahorraremos mucho. No nos importa", aseguró el mandatario.
"No será olvidado": más amenazas en la ONU
Estas amenazas se producen en víspera de la sesión especial de emergencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas, programada para este jueves.
La reunión fue convocada por solicitud de los países árabes y musulmanes, después de que este lunes EE.UU. vetó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que rechazaba la decisión de Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel y buscaba impedir cambios en el estatus político de esa ciudad.
El apoyo unánime a la resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU resultó ser un "insulto" para EE.UU., según declaró la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, después de vetar la resolución. "No será olvidado", agregó.
EE.UU. fue el único de entre los 15 miembros del Consejo que se opuso a esa resolución. "Es un ejemplo más de que la ONU hace más daño que bien al abordar el conflicto palestino-israelí", afirmó Haley.
"Apuntaremos sus nombres"
Además, este martes la diplomática norteamericana envió a otros Estados miembros del organismo internacional una carta en la que –con evidente tono amenazador– advirtió de que Donald Trump observará "personalmente" la votación en la Asamblea General de este jueves.
"Cuando consideren su voto, quiero que sepan que el presidente y Estados Unidos se toman este voto de manera personal", reza la carta de Haley. "El presidente observará cuidadosamente esta votación y ha solicitado que le informe de quiénes votaron contra nosotros", indicó la misiva.
De forma no más sutil, la embajadora formuló otra advertencia a través de Twitter, al asegurar que Washington "apuntará los nombres" de los que durante la votación del jueves critiquen la postura de EE.UU.
"No esperamos que aquellos a quienes hemos ayudado nos ataquen", afirmó Haley.
Solo contra el mundo
La polémica declaración de reconocimiento por parte de EE.UU. a la ciudad de Jerusalén como capital de Israel, adoptada por el líder de la Casa Blanca a principios de este mes –a pesar de las múltiples advertencias en contra–, ha provocado una condena internacional y una ola de protestas de los musulmanes de todo el mundo.
Una serie de países y personalidades han condenado de hecho la decisión de Trump, al tacharla de destructiva para el proceso de paz palestino-israelí.
Las primeras consecuencias no tardaron en llegar: el movimiento palestino islamista Hamás, activo en la Franja de Gaza, llamó a una tercera intifada o rebelión popular, mientras que Hasán Nasrallah, líder del grupo político y militar Hezbolá, que opera desde el Líbano –donde viven miles de palestinos–, se sumó al llamado en un acto multitudinario en las calles de Beirut.
Dos días después de la declaración de Trump, el presidente palestino Mahmud Abbás se negó a reunirse con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y afirmó que Palestina buscará un nuevo mediador para el conflicto.
Los líderes de los países musulmanes, que se reunieron en una cumbre de emergencia de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) a mediados de diciembre en la ciudad turca de Estambul, declararon que la decisión de EE.UU. anuló efectivamente su condición de mediador en el conflicto palestino-israelí, y pidieron el reconocimiento mundial de Jerusalén Oriental como la capital de Palestina.