Durante la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica que se celebra este miércoles en Estambul (Turquía), el presidente palestino, Mahmud Abbás, ha arremetido contra EE.UU. después de que el presidente Donald Trump reconociera Jerusalén como capital de Israel.
Abbás ha sostenido que, tras dar este paso, EE.UU. "ha perdido su papel como mediador" en el proceso de paz de Oriente Medio y que "en el futuro nunca permitiremos que Washington tome parte en él", recoge TASS.
Asimismo, el presidente palestino ha calificado la decisión de Trump como un "regalo al movimiento sionista" y "el mayor crimen" y ha alertado que no habrá "paz ni estabilidad" en la región si no se reconoce Jerusalén como capital de su país. Abbás también ha afirmado que Jerusalén "era y siempre será" la capital de Palestina.
Anteriormente, el también líder de Al Fatah había anunciado que no se reunirá con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, a finales de este mes durante la visita del político norteamericano a la región.
La posición de Turquía
Por su parte, durante su propia intervención en la cumbre, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha tachado la decisión de EE.UU. de "nula e inválida". Asimismo, ha llamado a que Al Quds, que es el nombre árabe para la ciudad de Jerusalén, sea reconocida como la capital de Palestina y ha expresado su respeto hacia los países que se negaron a apoyar la iniciativa estadounidense. Asimismo, se ha dirigido al país norteamericano, al que le ha pedido que retire su decisión.
Además, el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, ha afirmado durante el mismo evento que "en primer lugar, el Estado palestino debe ser reconocido por todos los demás países" y que "todos debemos esforzarnos juntos para lograrlo". Asimismo, ha opinado que "debemos alentar a otros países a reconocer el Estado palestino sobre la base de sus fronteras de 1967 con Jerusalén oriental como su capital".
La polémica decisión de EE.UU. que 'encendió' Oriente Medio
El pasado miércoles, Donald Trump anunció que EE.UU. reconoce la ciudad de Jerusalén como capital de Israel, y confirmó que habían comenzado los preparativos para trasladar a esa ciudad la Embajada de EE.UU., que se encuentra en Tel Aviv. Esta decisión ha desatado críticas casi unánimes, así como masivas manifestaciones de rechazo en tanto en Palestina e Israel como en otros países de la región, como el Líbano.
Asimismo, el paso de Trump ha sido condenado no solo por las naciones que se oponen a la política exterior estadounidense, sino también por aliados tradicionales de Washington, tanto en Oriente Medio como en otras partes del mundo. La Liga Árabe y el Consejo de Seguridad de la ONU también han condenado la decisión.
En cuanto al propio Israel, la decisión estadounidense fue aplaudida por Danny Danon, representante permanente de esa nación ante la ONU, quien la semana pasada, poco antes de una sesión del Consejo de Seguridad, hizo "un llamamiento a todos los países para que se unan a nuestros amigos estadounidenses, reconozcan a Jerusalén como nuestra capital y trasladen sus embajadas también". "Nunca habrá paz sin Jerusalén como capital del Estado de Israel", sostuvo.
"Acciones contraproducentes y desestabilizadoras"
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha asegurado este lunes en rueda de prensa celebrada durante su visita a Egipto que cualquier intento de reconocer Jerusalén como capital de Israel resulta "contraproducente" y "desestabilizador".
"Consideramos contraproducente cualquier acción que anticipe el resultado de las negociaciones entre israelíes y palestinos", ha expresado el mandatario ruso. "Pasos de este tipo resultan desestabilizadores y no contribuyen a resolver la situación, sino que causan conflictos", ha agregado. En este sentido, Putin ha llamado a reanudar el diálogo entre Israel y Palestina, entre otros aspectos, en relación al estatus de Jerusalén.
"Se requiere una solución duradera y justa que aúne los intereses de ambas partes y se corresponda con las posturas previas de la comunidad internacional", ha sostenido Putin.