Comer carne procesada como jamón, tocino o salchichas puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama, advierte un estudio realizado por la Universidad de Glasgow (Reino Unido).
La investigación, publicada en la revista European Journal of Cancer, determinó que las mujeres postmenopáusicas o de mediana edad que consumieron diariamente más de 9 gramos de carne procesada –equivalentes a dos salchichas o tres lonjas de tocino por semana– tenían una probabilidad cinco veces mayor de desarrollar cáncer de mama que aquellas que se abstuvieron de ingerir este tipo de productos.
En el estudio se analizaron los registros clínicos de más de 260.000 británicas de mediana edad. Esos datos revelaron que incluso aquellas que comían menos de 9 gramos de carne procesada vieron incrementado en un 15% el riesgo de sufrir esa enfermedad.
¿Y las carnes no procesadas?
Sin embargo, no se encontraron vínculos entre la carne procesada y el cáncer de mama en mujeres más jóvenes. Tampoco se halló ninguna conexión de esta dolencia con las carnes rojas sin procesar, como la carne de vaca, cerdo o cordero.
La carne procesada es cualquier carne roja que haya curada, ahumada o que contenga conservantes. Los autores del estudio consideran que los procesos de transformación de esos productos y los conservantes que se les agregan son responsables de desencadenar el crecimiento tumoral en los organismos humanos.
En el 2015, la Organización Mundial de la Salud ya había advertido que consumir 50 gramos de carne procesada al día aumentaba el riesgo de desarrollar cáncer de colon. El organismo defendió que este tipo de productos debían ser incluidos en la lista de sustancias peligrosas para la salud junto al tabaco, el alcohol, el plutonio y el aire contaminado, entre otros.