El expresidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, pidió a Rusia y EE.UU. que lleguen a un acuerdo sobre el crucial tratado de control de armas nucleares de 1987. El exmandatario advierte que su ruptura puede desencadenar el colapso del desarme internacional.
El Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (Tratado INF), firmado por la URSS y EE.UU., prohíbe a ambos países poseer misiles balísticos y de crucero nucleares o convencionales con alcances de entre 500 y 5.500 kilómetros. El tratado, que rubricaron Gorbachov y el entonces presidente estadounidense, Ronald Reagan, contribuyó al fin de la Guerra Fría y sigue siendo crucial para la estabilidad en Europa.
Espero que los líderes de nuestros países tengan la sabiduría suficiente para evitar el colapso
El ganador del Premio Nobel de la Paz en 1990 dijo a Kyodo News que hoy en día "la tarea de preservar los acuerdos de desarme es una de las más importantes".
Los tratados internacionales de desarme nuclear, en particular el Tratado INF, el nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas y el Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares, "forman parte de una arquitectura única que puede derrumbarse si se socava uno de sus elementos". "Todavía albergo esperanzas de que los líderes de nuestros países tengan la sabiduría suficiente para evitarlo", afirmó Gorbachov.
"He instado a los presidentes de Rusia y EE.UU. a abordar el problema personalmente, a reafirmar los compromisos con el tratado y a instruir a los diplomáticos y militares para que resuelvan los problemas (…) No debemos olvidar que avanzar hacia un mundo sin armas nucleares es la más importante de las obligaciones de las potencias nucleares consagradas en el Tratado de No Proliferación", dijo el político.
Acusaciones sin fundamento
Sin proporcionar ningún ejemplo de presuntas violaciones, EE.UU. ha acusado repetidamente a Rusia de desarrollar sistemas de misiles "que puedan volar a distancias prohibidas por el Tratado INF". Washington afirmó que Moscú había desarrollado en secreto un nuevo tipo de misil terrestre con un alcance de más de 500 kilómetros que viola el tratado. Sin embargo, no se ha revelado al público ninguna evidencia con respecto a esta presunta arma.
Moscú, a su vez, niega todas las acusaciones estadounidenses. Según el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, Rusia defiende el cumplimiento del Tratado, cosa que "requiere un enfoque más responsable por parte de EE.UU." Además, Washington no presta atención a las preocupaciones que expresa Rusia respecto a cómo EE.UU. cumple con sus obligaciones en virtud de dicho tratado bilateral.
El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó en su 13.ª rueda de prensa anual que "ya está en marcha" el proceso de salida de Washington del documento. El líder señaló que Rusia "no va a abandonar" este documento, y advirtió que si Washington lo hace podría verse amenazada la seguridad internacional.
El jefe de Estado ruso ha recordado que Moscú gasta 46.000 millones de dólares en Defensa, mientras que EE.UU. planea destinar a este fin unos 700.000 millones de dólares en 2018. Además, el Congreso de EE.UU. incluyó en el presupuesto de Defensa un artículo sobre los gastos en el campo de los misiles de corto y medio alcance.