Esta semana comienza en Quito, capital de Ecuador, la quinta ronda de diálogo entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En ese marco distintas personalidades, incluido el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, solicitaron que se extienda el cese al fuego, que vence este martes 9 de enero.
"Incluso entre quienes ven el Acuerdo de Paz con escepticismo, existe la percepción de que han surgido nuevas circunstancias", analizó Guterres en su informe sobre la misión de la ONU en Colombia. El diplomático opinó en ese sentido que "hoy día existen nuevas oportunidades de zanjar las divisiones históricas y construir un país más estable y unificado".
Si bien es algo que aún no se ha negociado, tanto el presidente Juan Manuel Santos como el propio ELN se han mostrado partidarios de extender el cese de hostilidades. No obstante, el grupo insurgente planteó que el Ejecutivo colombiano ha incumplido, al persistir los asesinatos de líderes sociales.
En un comunicado oficial, el grupo armado más importante del país sudamericano (luego del desarme de las FARC), señaló que "por tratarse de una primera experiencia, reconocemos que este cese aportó en algo, a aliviar la situación humanitaria de millones de compatriotas".
Al respecto añadió que escucharon "los pedidos de diversos sectores y regiones, para que estos diálogos por una solución política del conflicto, se desarrollen en medio del cese bilateral". No obstante, no dejaron de subrayar que "la mayoría de la elite dominante sigue pensando en lucrarse de la guerra", como se vio en 2017, que fue "un ejemplo trágico, de cómo el régimen fortaleció su máquina de guerra y recrudeció el genocidio de líderes populares que se le oponen".
Crímenes que no cesan
Al mes de noviembre de 2017 habían sido asesinados en Colombia 182 líderes indígenas y sociales, tal como informó en su momento la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombina (OPIAC). Por su parte, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) sostiene una cantidad levemente inferior, al afirmar que fueron 170.
Aún así, tomando este último número como referencia, eso supone –tal como mencionó el diario colombiano El Tiempo– un incremento del 45 % en la cantidad de asesinatos de referentes comunitarios en comparación con 2016.
"Está en evidencia el incumplimiento abrumador por parte del régimen, a los acuerdos firmados con las FARC, entonces, esta Mesa de Quito, ¿Que sincronía va a buscar con esos acuerdos?", se preguntó el ELN en el texto antes mencionado.
Este año los colombianos elegirán un nuevo presidente y el devenir del acuerdo de paz ya firmado con las FARC y el que se está negociando con el ELN estará en el centro de la agenda. El oficialismo defiende las negociaciones y levantará esa bandera de cara a los comicios. Sin embargo, sectores más conservadores, como el encabezado por el expresidente Álvaro Uribe, plantean que esto fue un error.