Desde economía a religión: ¿Qué reformas podría emprender el futuro rey de Arabia Saudita?
Arabia Saudita y el mundo esperan el histórico acontecimiento que se producirá cuando el príncipe heredero Mohamed bin Salmán ocupe el lugar del rey actual, Salmán bin Abdulaziz. Analizando el posible futuro del reino tras este importante cambio, el experto ruso Dmitri Frolovski señala que no tendrá lugar una democratización debido a que, a juicio del príncipe, "la monarquía absoluta es la única forma de realizar reformas en el reino".
En opinión del analista para el Centro Carnegie de Moscú, las futuras reformas en Arabia Saudita "poco diferirán de las intenciones similares de otros déspotas de Medio Oriente", y pese a que Mohamed bin Salmán podría ganarse la fama de reformador, "el sistema que creará no solucionará los principales problemas del reino, sino que solo los pospondrá para el futuro".
El columnista indaga en qué es lo que realmente impulsa al príncipe heredero para entender los cambios en diferentes ámbitos que podrían esperarle al reino bajo su poder.
Religión
Frolovski indica que si Mohamed bin Salmán realmente lleva a cabo una reforma religiosa para crear un Estado con un "islam moderado" y eliminar a los radicales, eso "podría cambiar el futuro de todo el mundo islámico, provocando una serie de innovaciones liberales".
El analista recuerda que el heredero al trono ya implementó una serie de reformas progresivas en la religión, por ejemplo, dejando que las mujeres conduzcan. Las mismas, junto con el cambio de la orden de sucesión al trono de horizontal a vertical "fue recibido negativamente por el clero local". "Como resultado, al ambicioso heredero no le quedó nada más que anunciar el comienzo de una reforma religiosa que, además de apoyar los planes de modernización de la sociedad saudí, le permitirá reducir la influencia del clero", sostiene.
El columnista hace notar que lo más probable es que la reforma religiosa recibirá un amplio apoyo en la sociedad saudí, cuya mayoría está compuesta por gente joven, menor de 30 años. Al mismo tiempo, destaca que la política exterior del país "ciertamente evitará esta reforma", ya que Riad "no se permitirá renunciar al fundamentalismo religioso como un elemento de poder blando".
El experto opina que Mohamed bin Salmán no reducirá el apoyo a los islamistas radicales en el extranjero, dado que "el reino no tiene nada que oponer a la creciente influencia de Teherán, y los grupos islamistas ya han demostrado ser un instrumento completo de influencia internacional".
Como resultado de todo esto, Frolovski estima que dentro de Arabia Saudita "se irá arraigando un islam moderado según los estándares locales", mientras que "el radicalismo continuará siendo exportado al exterior".
Problemas regionales
Asimismo, el analista señala que "el control sin precedentes sobre la costa mediterránea que ha logrado Irán" representa un "golpe para el prestigio internacional de Arabia Saudita", con lo que se debe esperar medidas radicales en política exterior por parte de Riad.
Por ejemplo, el crecimiento de la influencia de Hezbolá en el Líbano ―el grupo chiita y proiraní― provocaría la partida de todos los ciudadanos de las monarquías del golfo desde el Líbano, así como el despido de los libaneses que trabajan en Arabia Saudita y los reinos árabes vecinos.
"Beirut depende mucho de las remesas de sus compatriotas, y su posible expulsión es un instrumento de influencia muy fuerte, plagado de consecuencias económicas y disturbios públicos", observa.
Al mismo tiempo, el especialista sostiene que el conflicto en Yemen no terminará, dado que "Riad no está listo para negociar" el problema en ese país y "continuará hasta que todas las partes estén agotadas, acompañándose de miles de víctimas civiles".
No obstante, entre las pocas victorias que podría esperar Arabia Saudita, el columnista cita la posible reconciliación con Catar.
Economía y política
El príncipe heredero busca construir "una versión local del poder vertical", escribe Frolovski, destacando que por el momento "la situación parece como si Mohamed bin Salmán fuera capaz de dominar clanes, destruir la institución de la democracia entre clanes y completar con éxito la consolidación del poder en sus manos".
Sin embargo, señala, eso no es suficiente para solucionar otros problemas de Arabia Saudita, sobre todo en economía. El experto cita problemáticas como un modelo "arcaico" de economía basado en la exportación de recursos de petróleo y gas como la principal fuente de ingresos, leyes ineficientes, el alto desempleo entre los jóvenes, y la corrupción.
Frolovsky indica en su artículo que incluso si el futuro monarca logra implementar el programa de reformas económicas a gran escala descritas en el programa Vision 2030, ―algo que, sin embargo, pone en duda― "la economía del reino seguirá manteniendo una dependencia dolorosa del petróleo". Y según él, "no hay seguridad de que ese enorme dinero sea utilizado de manera eficaz".
Acerca del ambicioso proyecto saudita NEOM ―la creación de una nueva zona económica que ocupará 26.000 kilómetros cuadrados y contará con 500.000 millones de dólares en inversiones― el experto sostiene que "es poco probable que los cánones conservadores contribuyan a la aparición allí de la versión árabe de Silicon Valley".