El pasado 28 de enero, los vecinos de la ciudad siria de Kobani, poblada en su mayoría por kurdos, se manifestaron contra la operación militar que Turquía puso en marcha el pasado 20 de enero contra las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas, que Ankara vincula a terroristas.
Los habitantes de esa localidad denunciaron que la coalición liderada por Estados Unidos respaldó a esas milicias kurdas y ahora hace la vista gorda a la campaña militar turca 'Rama de Olivo'.
Esas personas arremetieron contra el Gobierno de EE.UU. y sus aliados, a los que acusaron de tener "una posición débil" provocada por los intereses geoestratégicos de Washington y Ankara en la región.
La coalición liderada por EE.UU. "no se abstuvo", sino que "está mirando a la gente sangrar", declaró a la agencia Ruptly de RT Araz Abdul Rahman, un residente local, quien aún confía en que Washington modificará su postura y "apoyará al pueblo kurdo".
Otro manifestante, Buzan Hami, afirmó que los kurdos solo dependen de sí mismos, porque "EE.UU. podría ser nuestro amigo hoy y nuestro enemigo mañana".
- Este domingo, el líder de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, insinuó que la campaña contra la milicia kurda en Siria podría extenderse más allá de Afrín.
- Previamente, el líder turco amenazó con atacar otras áreas kurdas en Siria, incluida la ciudad de Manbij, unos 100 kilómetros al este.
- Desde que comenzó esta ofensiva militar, el Estado Mayor de Turquía estima que ha matado a casi 600 milicianos kurdos.