El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha pronunciado un discurso en la ciudad rusa de Volgogrado con motivo de la celebración este 2 de febrero del 75.º aniversario de la victoria soviética en la Batalla de Stalingrado (así se llamaba entonces la urbe).
"La batalla de Stalingrado entró en la historia de la humanidad como la más brutal y sangrienta", ha remarcado Putin, agregando que "en el mundo y en la historia de la humanidad nunca hubo una batalla como esta".
"En Stalingrado se decidió el destino de la patria y del mundo entero", ha resaltado el mandatario hablando de este episodio, que duró desde el 17 de julio de 1942 a 2 de febrero de 1943, englobado en la conocida en Rusia como Gran Guerra Patria.
"Los soldados soviéticos parecían haber echado raíces en la tierra herida; convirtieron cada calle, trinchera, casa o puesto de tiro en una fortaleza inexpugnable. Con la misma valentía lucharon por la ciudad sus habitantes", ha anotado el jefe de Estado ruso.
"No tenemos derecho al fracaso, a mostrar cobardía e indecisión. Debemos ser iguales en nuestras acciones a los logros de nuestros padres y abuelos", ha afirmado Putin.
"Avanzaremos, solo avanzaremos, seremos fuertes y honestos, guiaremos a las nuevas generaciones, les transmitiremos las grandes tradiciones de nuestra gran gente", ha declarado el líder ruso.
Los organizadores del evento anuncian que unas 200 personas procedentes de distintos países europeos y de la Comunidad de Estados Independientes participarán en los eventos conmemorativos, recoge TASS.
El evento estará marcado por un desfile militar, el cual vendrá acompañado por un espectáculo aéreo y por fuegos artificiales. En el complejo memorial Mamáyev Kurgán tendrá lugar una ofrenda floral para homenajear a los caídos en la lucha contra el nazismo.
La Batalla de Stalingrado fue un punto de inflexión en la Gran Guerra Patria y la Segunda Guerra Mundial. Las bajas la de Alemania nazi y sus aliados en este episodio del conflicto ascendieron hasta los 1,2 millones de personas (entre muertas, heridas y tomadas como rehenes). Las pérdidas del Ejército soviético se situaron en torno a los 1,2 millones de personas, reseña TASS.