Polonia explica el temor de la OTAN ante el "arma más peligrosa" de Rusia
El portal polaco Wirtualna Polska ha explicado por qué los estrategas de la OTAN están tan preocupados por el despliegue de sistemas de misiles tácticos rusos Iskander-M cerca de la frontera occidental de Rusia.
Ese medio ha hecho especial hincapié en la incapacidad de interceptar sus misiles balísticos —también emplean misiles de crucero—, ya que realizan maniobras impredecibles cuando regresan desde el espacio a la atmósfera, una característica que les distingue de los misiles balísticos convencionales.
"Los sistemas de defensa aérea modernos calculan la trayectoria de vuelo del misil" procedente del Iskander "y lanzan un proyectil interceptor" pero, "a esas velocidades, un desvío de la trayectoria en unos pocos grados puede conllevar que el antimisil no intercepte" su objetivo, así que solo tienen una probabilidad mínima de éxito, explicó Michal Likowsk, un experto militar y editor jefe de la revista especializada local Raport.
La edición recuerda que los sistemas de misiles Iskander se desplazan en plataformas de automóviles y, en caso de guerra, pueden estar casi en constante movimiento. Además, dado que un misil pesa menos que un carro de combate, se puede transportar con bastante rapidez.
Al mismo tiempo, Iskander usa dos tipos de misiles. La primera gama alcanza hasta 500 kilómetros y recorre esa distancia con rapidez, ya que vuela a un máximo de 7.000 kilómetros por hora y "muy cerca del límite del espacio."
Los nuevos misiles del sistema Iskander vuelan un poco más lento, pero se desplazan a una altitud sobre la superficie muy escasa y, debido a los altibajos en la superficie de nuestro planeta, los radares enemigos tardarán más en localizarlos, con lo cual los sistemas de defensa aérea tendrían menos tiempo para reaccionar a esa amenaza.
Wirtualna Polska enfatiza que los misiles Iskander tienen un margen de error de pocos metros a la hora de impactar y recuerda que son capaces de portar ojivas nucleares, con lo cual su presencia provoca un temor que "no es fruto de la imaginación".