En el estado de Oaxaca se registra el 25% del total de los temblores que ocurren en México, lo que la convierte en la región más sísmica del país, según un reporte especial divulgado por el Servicio Sismológico Nacional.
La causa de estos sismos es el desplazamiento convergente entre la placa de Cocos y la placa de Norteamérica la primera se introduce por debajo de la segunda a un ritmo de 60 milímetros al año. "La interacción entre estas dos placas tiene lugar en la costa del Pacífico desde Chiapas hasta Jalisco", precisa el SSN.
El terremoto del 16 de febrero alcanzó una elevada magnitud de 7,2: con esta tasa es habitual que se produzcan múltiples réplicas posteriormente, ya que las rocas que se hallan junto a la zona de ruptura tienden a reacomodarse otra vez, generando una ola de temblores posteriores o réplicas.
En el caso del terremoto en cuestión, numerosas réplicas siguen registrándose dos días después del sismo inicial, según se desprende de los datos del SSN. Para las 10:30 (hora local) de este 18 de febrero se han documentado 1.834 réplicas, alcanzando la mayor de ellas una magnitud de 5,9.
"Hasta la fecha no se cuenta con técnicas científicas en ninguna parte del mundo que puedan determinar cuándo o dónde ocurrirá un sismo, tampoco se puede saber qué tan grande será o qué efectos tendrá en la población", reza el reporte del SSN. Estar informados acerca de estos fenómenos naturales sería de gran ayuda para mitigar el riesgo sísmico en caso de un evento de magnitud considerable, concluye.
Una unidad en la escala de magnitud difiere de una fuerza de 32 veces
Este 17 de febrero, en el marco de una conferencia de prensa con el motivo del reciente terremoto, la jefa del SSN, Xyoli Pérez Campos, explicó que la diferencia entre cada unidad de magnitud de los terremotos es 32 veces la fuerza con que se sienten. Por ejemplo, un temblor de magnitud 5 es 32 veces más fuerte que el de 4.
Así el reciente terremoto de magnitud 7,2 resulta ser 1,5 veces más fuerte que el del 19 de septiembre, que dejó 369 muertos y grandes daños materiales en toda la nación.
La causa por la que el sismo de 16 de febrero, a pesar de ser más fuerte, causó pocos daños materiales y ninguna víctima es que la distancia entre su epicentro y las zonas donde se sintió fue mucho más grande en comparación con el terremoto mortífero de septiembre pasado.