A finales de enero se conoció que una mujer de unos 60 años de la prefectura Miyagi demandó al Gobierno de Japón por la esterilización forzada que sufrió en un hospital cuando tenía 15 años.
En 1972, fue diagnosticada con un retraso mental hereditario grave que las autoridades estimaron un argumento sólido para aplicar la ley de eugenesia, vigente en territorio nipón entre 1948 y 1996 para "preservar la pureza de la raza japonesa".
No recibió ninguna explicación ni le pidieron su consentimiento. Ahora, demanda alrededor de 100.000 dólares por el daño irreparable que sufrió a causa de esa política estatal.
La Federación Japonesa de Colegios de Abogados asegura que se hicieron 25.000 cirugías de esterilización mientras estuvo vigente esa norma y alrededor de 16.500 fueron forzadas, incluso en bebés.
Testimonios y desproporción por sexos
Víctimas y familiares de personas que padecieron esas operaciones ofrecieron sus testimonios a RT bajo condición de anonimato y ahora exigen respuestas de las autoridades japonesas.
"Fui diagnosticada con discapacidad mental en la escuela. Mi maestro me llevó para un chequeo médico y luego al hospital. Mis padres me contaron que me operaron y ahora no puedo tener hijos. Es todo lo que recuerdo. Mi papá se negó a firmar los documentos en la escuela", explica una damnificada.
"Cuando me casé, mi suegra me dijo que mi hermana había sido esterilizada. Descubrí que tenía solo 15 años. El único argumento fue una enfermedad mental genética, pero luego descubrí que no es cierto porque su discapacidad fue por una anestesia que el doctor le dio cuando tenía un año", comentó una pariente de una afectada.
Esta práctica discriminatoria afectó de manera desproporciona a las mujeres: de 2.700 esterilizaciones documentadas en 19 prefecturas de Japón, solo 780 afectaron a hombres.
Mujeres de 'mala calidad'
Los intentos de garantizar 'el buen origen' —esa es la etimología del término 'eugenesia'— para tratar de mejorar las cualidades innatas de una raza no solo existieron en Japón.
Estados Unidos, Alemania, Suecia, Suiza, Uzbekistán, Reino Unido, México, Guatemala, Brasil, Perú y Bolivia no han sido una excepción.
La investigadora social peruana Alejandra Ballón explica que "tienen un rasgo de discriminación de género muy marcado", como demuestra el hecho de que en su país "se esterilizaron 272.000 mujeres y solamente 22.000 hombres". En Perú, fueron una iniciativa del expresidente Alberto Fujimori, quien instauró esa política de control poblacional como parte de un plan de "lucha contra la pobreza".
Una de las víctimas relató a RT que las enfermeras la agarraron de los brazos, la llevaron a una sala de operación y, tras privarla de la posibilidad de tener hijos, aseguraron de que iba a darle las gracias al antiguo mandatario.
Otra mujer perdió a su hijo en el paritorio, pero su sufrimiento no terminó ahí. "En el momento del parto —porque sacaron a mi bebé—, yo lo escucho, él llora. Y me dijeron: 'Es un varón'. Pensé que mi hijo necesitaba tomar leche, yo me estaba levantando de mi cesárea y es ahí donde me informan de que mi hijo había fallecido", relató la mujer. Cuando se enteró de lo sucedido, todavía no sabía que ya la habían esterilizado.
El debate sobre quiénes tienen derecho a nacer cruza varias discusiones solapadas: el control poblacional, la discriminación por raza o sexo y el reclamo de la despenalización del aborto.