La ciudad siria de Afrín está en el foco de la operación militar turca Rama de Olivo contra las autodefensas kurdas desde el pasado 20 de enero, y seguirá siendo el objetivo de las fuerzas turcas a pesar de la resolución sobre Siria aprobada por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El viceprimer ministro de Turquía, Bekir Bozdag, ha declarado este domingo que el acuerdo que impone el alto de fuego y cese de hostilidades en Siria por 30 días no afectará a la ofensiva turca contra los kurdos, recoge Reuters.
La resolución de la ONU obliga a todas las partes del conflicto a poner fin a las acciones militares con el fin de establecer una tregua humanitaria en todo el territorio de Siria y facilitar la evacuación de los heridos.
Guta Oriental, en medio de la violencia
El documento fue aprobado en medio de intensos ataques de fuerzas progubernamentales sirias contra el enclave rebelde de Guta Oriental, un suburbio de Damasco. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos responsabiliza al Gobierno de Bashar al Assad y también a la aviación rusa de la muerte de más de 500 civiles en la zona desde el 18 de febrero.
El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, denunció una "guerra informativa" acerca de la situación en la región y subrayó que en Guta Oriental hay "varios miles de milicias irreconciliables", algunas de las cuales están vinculadas con grupos terroristas, como Jabhat al Nusra, atacan Damasco y "lanzan decenas de misiles al día" contra la capital siria.
El diplomático ruso también denunció que los milicianos convirtieron a los civiles en rehenes y no les dejan abandonar los territorios que controlan.