La decisión estadounidense de mantener reducido a un mínimo su personal diplomático en Cuba se basa en motivaciones políticas y no en razones de seguridad, reiteró este lunes en declaraciones a la prensa el director general para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío.
Según precisó el diplomático, la decisión de EE.UU., "que de forma unilateral mantiene por un tiempo indefinido la reducción del personal de su Embajada en Cuba, responde a motivaciones políticas, y no tiene relación alguna con la seguridad de sus funcionaros en La Habana".
Además, el alto funcionario calificó la medida como una fabricación política y reafirmó que no ha habido ningún tipo de ataque contra los diplomáticos estadounidenses en la isla. Fernández de Cossío destacó, asimismo, que esta medida tiene un impacto en el funcionamiento de los servicios consulares.
"Es una medida con un costo humanitario"
"EE.UU. ha impuesto así un castigo financiero a decenas de miles de personas, además de angustia e inseguridad en las relaciones de ellas con sus familiares y allegados. Es una medida con un costo humanitario del cual es responsable el gobierno de EE.UU.", afirmó.
El pasado viernes, el Departamento de Estado de EE.UU. anunció que mantendrá en la isla solo la mitad de su personal diplomático. La sede norteamericana opera con una plantilla reducida desde septiembre del 2017. A partir de este lunes, la reducción del personal diplomático estadounidense en La Habana tendrá un carácter permanente.
Washington no ha mostrado pruebas de las supuestas agresiones acústicas que, según reclamó, sufrieron sus representantes en la isla. Se trata de una acusación que Cuba ha rechazado en todo momento.