De tener lugar una amenaza vital para los militares rusos en Siria, Moscú responderá, particularmente en el caso de un ataque con misiles contra Damasco, informó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia. El jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, alertó de que el Pentágono planea lanzar un ataque con misiles contra barrios controlados por el Gobierno de Damasco.
"En Damasco y en las instalaciones de defensa sirias hay muchos asesores rusos, representantes del Centro ruso para la Reconciliación y militares", declaró Guerásimov, quien advirtió que en caso de que la vida del personal militar ruso corra peligro, las Fuerzas Armadas rusas responderán con "misiles".
Según Guerásimov, existen datos fiables sobre la escenificación del uso de agentes químicos contra civiles por parte de rebeldes en el enclave sirio de Guta Oriental. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia señala a EE.UU. de estar detrás de las puestas en escena de estos ataques con el fin de inculpar al Gobierno sirio.
No es la primera vez que EE.UU. "intenta culpar al Gobierno legítimo sirio" de esos supuestos ataques, expresó el analista internacional Muhsen Bilal y destacó que Washington "intenta a través de estos rumores y falsas noticias" contrarrestar el papel de Rusia e Irán en Siria, así como "dividir la república árabe en varios mini estados, debilitar al Gobierno y desgastar al Ejército" de ese país.
La embajadora de EE.UU. ante Naciones Unidas, Nikki Haley, advirtió este lunes que Washington actuará por su propia cuenta en Siria si no lo hace el Consejo de Seguridad de la ONU. Haley también anunció un nuevo proyecto patrocinado por EE.UU. de resolución de alto el fuego para Siria que no contendrá ningún "vacío legal antiterrorista". La resolución, si se adopta, entrará en vigor de inmediato y exigirá el cese total de las hostilidades en toda Siria.
Por su parte, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, defendió que el operativo antiterrorista llevado a cabo por Damasco no contradice la resolución 2401 adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 24 de febrero. El diplomático señaló que el barrio de Guta Oriental, en Damasco, sigue siendo un hervidero de terroristas.