Rusia no responderá al ultimátum del Reino Unido en relación con el envenenamiento del exagente de la Inteligencia rusa Serguéi Skripal hasta que tenga acceso a los materiales del caso, afirmó el canciller ruso, Serguéi Lavrov. Según sus palabras, Moscú ya exigió el acceso a la sustancia venenosa que se usó contra Skripal y su hija Yulia, pero su solicitud fue rechazada.
El jefe de la diplomacia rusa aseguró que Londres debería haberse dirigido directamente al país del que sospecha que fabricó la sustancia tóxica. El Reino Unido debería cumplir sus obligaciones ante el derecho internacional antes de hacer reclamaciones a Rusia, aclaró Lavrov, que agregó que Moscú no recibió la solicitud que Londres debería haberle enviado de acuerdo con la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas.
"El Reino Unido debe hacer la solicitud para que Rusia pueda responderla. No hemos recibido la solicitud que Londres debería presentar en cumplimiento de la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas", dijo Lavrov.
"Antes de dar ultimátums (...) es mejor cumplir con sus propias obligaciones en virtud del derecho internacional, en este caso la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas", dijo Lavrov, quien aseguró estar dispuesto a colaborar en la investigación de este caso si Londres cumple sus responsabilidades internacionales.
"Es un disparate"
El ministro ruso aseguró que su país no tiene ninguna relación con el envenenamiento del exagente de Inteligencia. "Ya declaramos que es un disparate, no tenemos nada que ver con eso", dijo Lavrov.
El canciller afirmó que la hija de Skripal es ciudadana rusa, por lo que Moscú pidió acceso a todos los aspectos de la investigación.
"Estamos esperando que el Reino Unido responda a nuestra solicitud, que fue enviada en virtud de la misma convención sobre la necesidad de proporcionarnos la sustancia en cuestión y sobre la necesidad de que todo el curso de la investigación esté abierto para nosotros, porque estamos hablando de una ciudadana rusa", explicó Lavrov.
May amenaza con "medidas extensas"
Este lunes, la primera ministra británica, Theresa May, dio a Moscú dos días para dar una explicación "creíble" sobre el envenenamiento de Skripal luego de indicar que Moscú "muy probablemente" está detrás de la acción. En caso contrario, Moscú tendrá que enfrentar "medidas extensas".
La primera ministra destacó que, a menos que Rusia brinde una respuesta creíble, considerará que el ataque con agentes neurotóxicos constituye un "uso ilegal de la fuerza" contra su país por parte de Rusia.
May destacó que el ataque fue un acto directo del Estado ruso contra el Reino Unido, o que el Gobierno ruso permitió que este agente tóxico cayera en las manos equivocadas.
En respuesta, la representante de la Cancillería rusa, María Zajárova, tachó las palabras de May de "una campaña política y información basada en la provocación". "Este es un espectáculo de circo en el Parlamento británico", enfatizó Zajárova.