"Mike Pompeo, director de la CIA, se convertirá en nuestro nuevo secretario de Estado. ¡Hará un trabajo fantástico! ¡Le agradezco a Rex Tillerson sus servicios! Gina Haspel se convertirá en nueva directora de la CIA, la primera mujer elegida para el cargo. ¡Felicidades a todos!", tuiteó Trump.
Tillerson regresó de una visita a África horas antes del anuncio de Trump. Un alto cargo estadounidense citado por AFP dijo que Trump quería reorganizar su gabinete antes de las conversaciones con Corea del Norte.
Según la Casa Blanca, el jefe de Estado está convencido de que Pompeo es la "persona correcta para trabajar en un momento crítico".
Un asesor de Tillerson dijo, citado por AP, que Trump no le explicó el motivo de su destitución, y que el secretario de Estado habría preferido permanecer en el puesto. Trump afirma que fue él quien tomó la decisión de destituir a Tillerson y agregó que el diplomático será "mucho más feliz ahora".
"En realidad me llevaba bien con Rex, pero tenía una mentalidad diferente, un pensamiento diferente", dijo Trump, que por otro lado elogió la "energía y el tremendo intelecto" de Pompeo. "Siempre estamos en la misma onda", afirmó el presidente sobre el nuevo secretario de Estado, agregando que con él tiene "química".
Tillerson, por su parte, ya ha anunciado que delega sus responsabilidades al subsecretario de Estado de EE.UU., John Sullivan, y abandonará su cargo el próximo 31 de marzo.
Mientras tanto, Mike Pompeo agradeció al presidente de EE.UU. su confianza y prometió trabajar por el bien del país. "Le estoy profundamente agradecido al presidente Trump por haberme confiado el cargo de director de la CIA y por la oportunidad de trabajar como secretario de Estado", afirmó Pompeo en un comunicado distribuido por el servicio de prensa de la Casa Blanca. Según sus palabras, trabajará "duro" para hacer que EE.UU. sea "seguro, fuerte, orgulloso, poderoso y libre".
En noviembre del año pasado, el diario The New York Times publicó una información sobre la supuesta intención de Trump de despedir a Tillerson y reemplazarlo por el jefe de la CIA, Mike Pompeo, citando a un funcionario anónimo de la Casa Blanca. Pero poco después, la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, descartó la existencia de planes para sustituir a Tillerson.
El presidente y el secretario de Estado mantuvieron una disputa pública a principios de octubre a raíz de las informaciones que afirmaban que Tillerson había llamado a Trump "imbécil" durante una reunión en el Pentágono el pasado verano.
Además, Trump y Tillerson mostraron su desacuerdo en público en varias ocasiones sobre diversas cuestiones destacadas, como el acuerdo nuclear con Irán, las tensiones de EE.UU. con Corea del Norte y los enfrentamientos entre países árabes aliados de Washington. Trump aseguró que su opinión sobre el pacto nuclear con Irán divergía de la de Tillerson, mientras que con Pompeo tienen posturas similares al respecto.
Respuesta irónica de la Cancillería rusa
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia reaccionó de manera irónica a la destitución de Tillerson. La portavoz de la Cancillería, María Zajárova, se preguntó si Rusia será acusada de participar en los cambios de personal de la Administración. "¿Han empezado ya a acusar a Rusia de reorganizar el gabinete en Washington?", dijo Zajárova a Interfax.
Rusia está dispuesta a trabajar con el nuevo secretario de Estado estadounidense, pero no se hace ilusiones sobre las perspectivas de la normalización de las relaciones con Washington, dijo el primer vicepresidente ruso del Comité del Consejo de la Federación de Defensa y Seguridad, Yevgueni Serébrennikov.
"Rusia cooperará con todos los que sean nombrados para este o para cualquier otro puesto en la Administración de Trump. Nos hemos esforzado, y seguimos haciéndolo, por reducir la tensión en las relaciones entre nuestros países, pero no vemos esta intención en nuestros socios", dijo el parlamentario.