El líder del Partido Laborista de Reino Unido, Jeremy Corbyn, ha urgido a la primera ministra Theresa May a basar la respuesta del país contra Rusia en "pruebas claras" y a no dejar de lado el diálogo con Moscú tras el escándalo en torno al envenenamiento del doble agente ruso Serguéi Skripal.
"Debemos seguir buscando un diálogo robusto con Rusia en todas las materias, nacionales e internacionales, que dividen a nuestros países en lugar de cortar el contacto y dejar que las tensiones empeoren y puedan llegar a ser más peligrosas", aseveró el político, lamentando la reducción de la capacidad diplomática de Londres con la recién anunciada expulsión de 23 diplomáticos rusos.
Al mismo tiempo ha condenado el ataque contra Skripal. "El ataque en Salisbury fue un acto de violencia espantoso", aseveró Corbyn, agregando que fue "totalmente imprudente" usar un agente nervioso en un entorno civil.
Sin embargo, procedió a indagar a May y a su entorno respecto a la información disponible sobre dicho agente tóxico, y preguntó a la primera ministra si han sido respondidas las demandas de Moscú de obtener acceso a las muestras respectivas. May, por su parte, le ha criticado por no condenar al Estado ruso.
Por otra parte, Corbyn comentó la problemática en torno a varios rusos residentes en Reino Unido. Para el político, su país debe prestar especial atención a los oligarcas que saquearon a Rusia "y que utilizaron a Londres para proteger sus riquezas" durante años.
Este lunes, la primera ministra británica afirmó que era "muy probable que Rusia fuera responsable" de este ataque, y dio a Moscú un ultimátum de 36 horas exigiendo explicaciones. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que su país no respondería al ultimátum hasta que no tuviera acceso a los materiales del caso.