Si las intenciones de la primera ministra británica, Theresa May, de buscar una alternativa al gas ruso son ciertas, los primeros perjudicados serían los consumidores del Reino Unido. Así lo ha afirmado el ministro de Energía ruso, Aleksandr Nóvak, en una reciente entrevista a Bloomberg.
"En el caso de que las declaraciones [del Reino Unido] acerca de encontrar alternativas para reemplazar las fuentes rusas de gas se hagan realidad, esto dañará ante todo a los consumidores", afirmó Nóvak.
"Si una empresa o país opta por otro proveedor, no creo que las condiciones sean tan preferenciales y beneficiosas para ellos", añadió el ministro.
En su discurso ante el Parlamento británico el pasado 14 de marzo, May declaró que Londres podría prescindir del gas ruso y buscar reforzar su seguridad energética a través de la Unión Europea. En su opinión, Rusia "utiliza su energía como un medio de influencia".
La amenaza surgió luego de que May anunciara la expulsión de 23 diplomáticos rusos como respuesta al caso del envenenamiento del agente doble Serguéi Skripal y su hija en el territorio británico.
- Theresa May acusó sin pruebas a Rusia de envenenar a su antiguo agente Skripal y el 12 de marzo dio un ultimátum a Moscú para que explicara su responsabilidad en el caso.
- A continuación, Londres convocó una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para el 14 de marzo, donde bloqueó el proyecto ruso para investigar el caso Skripal a nivel internacional.
- Ese mismo 14 de marzo, Londres decidió expulsar a 23 diplomáticos rusos de su territorio.
- En respuesta, el 17 de marzo Moscú expulsó a 23 diplomáticos británicos e inició su propia investigación del caso.