Un niño sobrevive al incendio en Rusia tras saltar por una ventana, pero pierde a toda su familia
Serguéi Moskalenko, de 11 años, protagonizó uno de los momentos más impactantes durante el voraz incendio que se desató el pasado domingo 25 de marzo en un centro comercial de la ciudad rusa de Kémerovo. Al igual que a muchos otros, las llamas y el denso humo lo obligaron a saltar desde el cuarto piso del establecimiento, y debido a las heridas y múltiples contusiones que se produjo en la caída, ahora se encuentra en estado de coma inducido.
Aunque de camino al hospital el pequeño estaba consciente y fue capaz de decir su nombre a los médicos e informarles que su familia aún seguía atrapada dentro del centro comercial, su condición es grave: sufrió serios traumatismos en su corazón, pulmones, hígado y riñones. Además, tiene una fractura de pelvis y varias quemaduras en sus vías respiratorias por el humo inhalado, según recogen medios locales.
Los médicos pronostican una mejora en su estado de salud; sin embargo, Serguéi aún tendrá que enfrentarse con algo más difícil cuando despierte: la pérdida de sus padres y su hermana, de cuatro años, quienes no lograron salir con vida del siniestro.
La muerte de los familiares del niño fue confirmada tras la identificación de los cuerpos, este lunes. Ahora, sus dos abuelas se convertirán en sus tutoras legales y tendrán que decidir cuándo y cómo darle la trágica noticia al menor.
Al menos 64 personas murieron en el incidente, entre ellas muchos niños, y más de 50 resultaron heridas y afectadas por la inhalación de humo. La tragedia ha causado intenso dolor y mucha solidaridad en Rusia. Centenares de personas han hecho fila para donar sangre, mientras conocidos y familiares de las víctimas se reúnen cerca de un improvisado monumento conmemorativo.