Decenas de geoglifos revelan una civilización perdida en plena Amazonia
A pesar de que la Amazonia se consideró durante mucho tiempo una región prácticamente intacta antes de la llegada de los colonizadores europeos, un nuevo estudio, que ha sido publicado en Nature Communications, desafía esta percepción común.
Durante la investigación, un grupo de científicos del Reino Unido y Brasil ha encontrado pruebas de que en la selva amazónica, lejos de los ríos, existieron cientos de pueblos habitados por diferentes comunidades entre los siglos XIII y XVI d.C.
El descubrimiento se ha hecho posible gracias a unas imágenes de satélite tomadas en el estado brasileño de Mato Grosso, en la frontera con Bolivia. Las imágenes revelaron la existencia de decenas de misteriosos geoglifos, de distintas formas y tamaños, que probablemente se utilizaran para fines ceremoniales. En total, se han encontrado 81 geoglifos. Los restos de los pueblos han sido hallados cerca o dentro de los mismos.
Los científicos pasaron un mes explorando 24 lugares arqueológicos. Todos contenían pruebas de que habían estado habitados en el pasado. Se encontraron instrumentos de piedra, piezas de cerámica rotas, así como terreno enriquecido, el llamado 'terra preta', y carbón.
A partir de estos hallazgos, los científicos crearon un modelo informático para predecir dónde podrían encontrarse otros lugares similares. Este ha revelado que en un área de unos 400.000 kilómetros cuadrados en el sur de la Amazonia podría haber 1.300 geoglifos, la mayor parte de los cuales aún no se ha encontrado.
Asimismo, el modelo también ha permitido llevar a cabo predicciones sobre la densidad de la población que superan considerablemente las esperadas. Se estima que en tan solo un 7% de la cuenca del Amazonas vivieron entre 500.000 y un millón de personas. Según las estimaciones anteriores, en toda la cuenca vivían alrededor de dos millones de personas.
La distribución de estos posibles lugares sugiere la existencia de una red de 1.000 o 1.500 pueblos interconectados y fortificados que entre los años 1250 y 1500 se extendían a lo largo de 1.800 kilómetros.
"Existe un concepto erróneo común, el de que la Amazonia es un paisaje intacto y hogar de comunidades nómadas dispersas. No es el caso", ha comentado uno de los autores del estudio, el arqueólogo Jonas Gregorio de Souza, de la Universidad de Exeter (Reino Unido). "Hemos encontrado que algunas poblaciones lejanas de los ríos principales son mucho mayores de lo que se pensaba anteriormente y que esta gente dejó un impacto en el medio ambiente que todavía podemos percibir hoy en día", ha agregado.
"Nuestra investigación demuestra que necesitamos reevaluar la historia de la Amazonia", ha afirmado José Iriarte, arqueólogo de la citada universidad. "Definitivamente no era una zona poblada solo en las cercanías de las márgenes de los ríos grandes, y la gente que allí vivía sí modificó el paisaje", ha subrayado Iriarte. "El área que hemos estudiado tenía una población de al menos decenas de miles de personas", ha agregado el arqueólogo.