Entre 1.500 y 2.000 inmigrantes provenientes de distintos países de América Central emprendieron el pasado mes de marzo una caravana por todo México para llegar hasta EE.UU. Sin embargo, este miércoles se supo que los organizadores han desistido de su idea original.
Irineo Mujica, director de la ONG Pueblo sin Fronteras, que desde 2010 realiza este simbólico viacrucis, ha declarado —citado por AFP— que tiene previsto terminar el recorrido en la Ciudad de México. Asimismo, aclaró que aquellos migrantes que quieran seguir hasta la frontera contarán con "equipos de apoyo" para asistirlos, si bien aclaró que deberán "viajar por su cuenta".
El anuncio estuvo precedido por un intercambio de acusaciones entre los gobiernos estadounidense y mexicano. Donald Trump primero sostuvo que las autoridades mexicanas estaban "haciendo muy poco, si no nada, para evitar que las personas pasen a través de su frontera sur y lleguen luego a los EE.UU." Además, en relación a la caravana, enfatizó que debían detenerlos.
Asimismo, el martes añadió que iba a utilizar a las Fuerzas Armadas para frenar a los migrantes. "Vamos a proteger nuestra frontera con nuestro Ejército", dijo.
Por su parte, el Gobierno mexicano ha respondido a través de un comunicado que no es de su competencia las "decisiones migratorias de EE.UU." Al mismo tiempo, exigió formalmente una explicación sobre el anuncio de militarización de la frontera.
"El Gobierno de México definirá su postura en función de dicha clarificación y siempre en defensa de nuestra soberanía e interés nacional", puntualizó el canciller Luis Videgaray. Además, explicó que la caravana decidió no llegar hasta la frontera por decisión propia y que no fue una respuesta a las presiones de Washington.