El exmandatario de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva ha decidido entregarse a la Policía Federal tras permanecer a lo largo de los últimos días en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos en São Bernardo do Campo, en la provincia de São Paulo.
En un primer intento Lula no logró abandonar las inmediaciones del sindicato. Sus seguidores no querían que se entregara a las autoridades e impidieron el paso de su vehículo. Finalmente, el expresidente de Brasil salió del sindicato sin auto, rodeado de una multitud de seguidores, que lo llevaron en andas antes de que se entregara.
Lula da Silva ha sido trasladado a la superintendencia de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba (estado de Paraná), donde permanecerá detenido en una sala reservada separado de los demás presos.
El exmandatario partió rumbo a Curitiba desde el aeropuerto de Congonhas, que suele ser utilizado por el presidente y las autoridades del país cuando llegan a São Paulo o abandonan la ciudad.
Este jueves el juez Sergio Moro ordenó el arresto del expresidente brasileño luego de que un día antes el Supremo Tribunal Federal (STF) del país rechazara el pedido de 'habeas corpus' presentado con carácter preventivo por sus abogados, en el caso de presunta corrupción que se le sigue por la adquisición de un departamento triplex.
¿De qué acusan a Lula?
El mandatario fue condenado a 12 años y un mes de prisión por delitos de corrupción. Lo acusaron de aceptar un lujoso departamento triplex frente a la playa, en el Condominio Solaris, en Guarujá (municipio del estado de São Paulo), a cambio de beneficiar a la constructora OAS en sus contratos con la estatal petrolera Petrobrás.
Sin embargo, durante el juicio no se logró demostrar que Lula sea el propietario del inmueble, y tampoco se identificó cuál sería el acto o la omisión que habría dado origen al recibimiento del inmueble. Por ese hecho, Lula fue acusado bajo el cargo de corrupción pasiva, delito que supone que un funcionario público realiza o deja de cumplir un acto de su competencia a cambio de algún beneficio.
El secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Pablo Gentili, sostiene que el arresto de Lula da Silva pone en riesgo el futuro democrático de Brasil y puede privar al país de su influencia política a nivel internacional.
"Brasil inicia ahora un proceso muy triste, verdaderamente deprimente de la fragilización de las instituciones democráticas, que va a tener un enorme costo para su reconocimiento y visibilidad en la geopolítica mundial", ha comentado Gentili a RT.