La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) ocultó al Gobierno de México conversaciones telefónicas entre integrantes del cártel de Guerreros Unidos, involucrados en la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa durante los hechos de la Noche de Iguala.
Tuvieron que pasar 3 años y 3 meses para que la DEA compartiera información sobre conversaciones interceptadas en 11 teléfonos móviles que ofrecen datos clave para comprender qué ocurrió durante la noche en que los estudiantes fueron detenidos por policías para ser entregados a las bandas del crimen organizado.
De este modo, la agencia antidrogas entregó una parte de la información en noviembre de 2017 y posteriormente el Departamento de Justicia de Estados Unidos entregó otra parte de la información hasta febrero de 2018, de acuerdo con un extenso reportaje del periódico mexicano Eje Central.
Principales revelaciones
Entre las revelaciones del reportaje destaca la manera en que la DEA tenía registros del tráfico de heroína de Guerrero a Chicago, Illinois, realizado por el cártel de Guerreros Unidos a través de autobuses de pasajeros. Una de las líneas de investigación sobre el caso Ayotzinapa que fue ignorada en la versión oficial del Gobierno mexicano, a pesar de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) consideró ésta como una pieza clave para dar con el paradero de los 43 estudiantes desaparecidos, de acuerdo con el segundo informe del GIEI sobre el caso Ayotzinapa.
"Tras un año de estar detrás de sus pasos, la DEA encontró que la célula de Guerreros Unidos fundó en 2014 dos líneas de autobuses para llevar a Estados Unidos decenas de kilos de heroína desde Iguala y Guanajuato, y repatriar las ganancias obtenidas por su venta", sostiene el reportaje de Eje Central.
"Una fue la Agencia de Autobuses Volcano Travel Agency, con sede en Acámbaro, Michoacán, con rutas a por lo menos 17 destinos en la Unión Americana, entre ellos Chicago y Aurora. La otra fue Autobuses Monarca Zacatecanos, que desapareció luego del desmantelamiento de la célula de Guerreros Unidos por parte de la DEA, en diciembre de 2014", añade el texto.
Investigaciones de la DEA sostienen que entre agosto de 2013 a julio de 2014, el cártel de Guerreros Unidos trasladó casi 200 kilogramos de heroína de Guerrero a Illinois, en operaciones con un valor estimado de 8 millones de dólares.
Una línea de investigación que fue ignorada por el Gobierno mexicano y la "verdad histórica" que sigue defendiendo la Procuraduría General de la República a pesar de que la evidencia recabada por el GIEI niega científicamente la posibilidad de que los estudiantes hayan sido incinerados en el basurero de Cocula.
Las conversaciones entre capos
Otra de las revelaciones del reportaje, tiene que ver con una serie de mensajes telefónicos interceptados entre los hermanos Adán Zenén, Sidornio y José Ángel Casarrubias Salgado, líderes locales de los Guerreros Unidos, horas después de los hechos de Iguala, ocurridos en la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014.
En dichas conversaciones, el capo Adán Zenén alias 'Tomatito', preguntó a su hermano José Ángel alias 'el Mochomo'.
"Qué pasó allá abajo (…) Carnal, todo bien (…) Qué hay carnal, qué más te han reportado", preguntó Adán Zenén en una de las transcripciones de la DEA fechada el 27 de septiembre de 2014.
"Se nos metieron los contras con los ayiosinpas y hubo vergasera", respondió José Ángel.
En otra de las conversaciones, Adán Zenén giró órdenes a su hermano Sidornio para movilizar a los transportistas y responsabilizar al gobierno estatal de lo sucedido tras la desaparición de los 43 estudiantes.
"Que hagan una demanda colectiva al gobierno del estado y una marcha con todos los de transportes”, ordenó Adán a su hermano Sidornio.
"Solo que ya llevaban 60 paquetes ya guardados y varios con san pedro de aquellos y solo heridos de este lado", respondió Sidornio.
Tras los hechos, los narcotraficantes desplegaron una estrategia para tratar de calmar el ambiente. Y es también en dicha conversación que señalan la manera en que la Policía y el Ejército intervinieron hasta que el entonces fiscal de Guerrero, Iñaki Blanco, dio la orden para que los uniformados intervinieran.
"Durante su conversación, los hermanos Casarrubias confirmaron que ni la policía del estado ni el Ejército intervinieron para ayudar a los normalistas. Fue hasta que llegó el entonces procurador Blanco que intervinieron", señala el reportaje.
Los mensajes fueron captados por la DEA a través de un software espía similar al equipo Pegasus con el que el Gobierno mexicano espió a activistas y periodistas, según detalla el reportaje.
Para el domingo 28 de septiembre, los integrantes del cártel vuelven a comunicarse de manera intensa para tratar de aclarar lo ocurrido en la Noche de Iguala.
"Se va a calentar el pedo pero para que sepan que no deben pasarse de vergas", señaló en uno de los mensajes una persona involucrada con el cártel, con el pin 25a62CC5, y cuya identidad se desconoce.
La intercepción de las comunicaciones de los capos por parte de la DEA, condujo a la detención de Pablo Vega Cuevas, líder de Guerrero Unidos en Chicago, y su cuñado Alexander Figueroa, en diciembre de 2014.
Pero a pesar de que el Gobierno de EE.UU. tardó más de tres años en entregar la información de los mensajes telefónicos al Gobierno mexicano, no todos los mensajes han sido revelados a las autoridades de México.
Manuel Hernández Borbolla
(*Los mensajes interceptados por la DEA fueron corregidos ortográficamente para que fueran legibles a todo público).