Arqueólogos han descubierto en Perú restos infantiles prehispánicos que corresponderían al mayor caso conocido de sacrificio de niños a los dioses. El hallazgo se produjo en un antiguo sitio de sacrificios cerca de la ciudad de Trujillo, en el norte del país, y comprende esqueletos de más de 140 niños y 200 llamas jóvenes.
Investigadores de la Universidad de Trujillo y la de Tulane (EE.UU.) creen que las víctimas fueron asesinadas hace unos 550 años durante un ritual indígena al pie de un acantilado. Dicho lugar era entonces la capital del antiguo imperio Chimú, civilización precolombina conquistada por los incas cerca de una década después.
Los restos de los niños hallados apuntan a que tenían edades de entre 5 y 14 años al momento de su muerte, según determinó el equipo interdisciplinario. La mayoría de ellos fueron sepultados mirando hacia el mar, y los animales hacia las montañas de los Andes.
De acuerdo a los científicos, varias de las víctimas humanas y animales contaban con las costillas dislocadas y con cortes en los esternones, lo que apunta a que les habrían extraído su corazón como parte del ritual.
"Yo, por mi parte, nunca esperé esto", expresó John Verano, un antropólogo físico de la Universidad de Tulane que ha trabajado en la región durante más de tres décadas. "Y no creo que nadie lo esperara", añadió el científico citado por National Geographic, sociedad que financia el estudio.
Los investigadores sugieren que semejante asesinato en masa pudo haberse perpetrado en respuesta a una severa catástrofe natural. En ese caso, según especulan los científicos, los indígenas habrían optado por sacrificar niños en vez de humanos adultos con el fin de obtener un favor mayor de parte de los dioses.
Hasta ahora, el mayor evento de esta índole del que se tiene evidencia era el sacrificio de 42 niños en el Templo Mayor en la capital azteca de Tenochtitlán (la actual Ciudad de México).