"Rusia no perderá las oportunidades que surjan de la guerra comercial entre EE.UU. y China"

Rusia no perderá las oportunidades para ampliar la cooperación económica con China que surjan como resultado de una guerra comercial entre Pekín y Washington, según afirmó en una entrevista al diario Izvestiya el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Ígor Morgúlov.

En ese marco se inscriben las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, al amenazar con imponer aranceles comerciales a las importaciones chinas por hasta 150.000 mil millones de dólares al año. Pekín anunció una respuesta simétrica.

Quién gana y quién pierde con la guerra comercial entre China y EE.UU.

"En general, estamos en contra de las guerras comerciales y de agitar una 'porra' de sanciones. Pero las oportunidades que se abren, por supuesto, no las vamos a perder", indicó Morgúlov.

El vicecanciller ruso destacó especialmente las perspectivas para el desarrollo de la cooperación entre Moscú y Pekín en el ámbito del suministro de productos agrícolas rusos al mercado chino. "La tendencia al crecimiento del comercio bilateral en este sector se manifestó incluso antes de la escalada de los conflictos comerciales entre China y EE.UU.", explicó el diplomático. "Ahora se crean condiciones para que la cooperación pase a un nivel aún más alto".

Más allá de la conyuntura internacional

Al mismo tiempo, Morgúlov enfatizó que la cooperación comercial y económica entre Moscú y Pekín "tiene un valor intrínseco y no está sujeta a las coyunturas de política exterior". El vicecanciller señaló que Rusia y China no tienen planes de crear ningún tipo de unión comercial, ya que esto no se corresponde con la visión de ambos países sobre la naturaleza de la cooperación bilateral.

Morgúlov confirmó que Rusia y China a menudo comparten las mismas posiciones en los asuntos globales y regionales, pero señaló que es natural que cada una de las partes tenga sus propios intereses económicos y que no siempre coincidan en todos. Según él, en algunos casos hay competencia, y directa, entre los operadores económicos de ambos países. "La pregunta, probablemente, no es cómo evitarla, sino cómo salir de tales situaciones, y creo que hemos encontrado la respuesta correcta", subrayó Morgúlov.