Este lunes, tras ser investido de nuevo presidente de Rusia en el Kremlin de Moscú, Vladímir Putin ha comenzado su cuarto mandato como jefe de Estado de ese país.
Los instantes previos y posteriores a la ceremonia oficial han dejado varios momentos memorables, cinco de los cuales presentamos a continuación.
Del despacho al palacio
En esta ocasión, el guión ceremonial ha incluido el traslado de Putin desde su despacho en el Palacio del Senado hasta el Gran Palacio del Kremlin, donde tuvo lugar el evento principal.
Todo el trayecto se ha grabado y retransmitido en vivo, una circunstancia que ha permitido conocer detalles el interior del lugar de trabajo del mandatario y los corredores del corazón del Gobierno ruso.
Nuevo auto presidencial
Al salir, Vladímir Putin ha subido a un vehículo nunca mostrado en público que lo ha trasladado al lugar donde se ha celebrado el evento.
Se trata de una limusina Aurus de fabricación rusa, uno de los modelos desarrollados bajo el proyecto Kortezh, que comprende otros automóviles con funciones especiales: un minibús Arsenal, un sedán de clase empresarial y un todoterreno Komendant.
La melodía de Putin
Tras su breve trayecto motorizado, el político ruso se ha dirigido a la sala de San Andrés del Gran Palacio del Kremlin, donde ha jurado su cargo. Durante esa caminata, una banda militar ha interpretado la canción 'Nuestro presidente', compuesta especialmente para la ocasión.
Apretón de manos 'exclusivo'
Tras este proceso y el discurso posterior, Vladímir Putin ha estrechado la mano a tres personas: el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev; el patriarca Kirill, jefe de la Iglesia ortodoxa rusa y el excanciller de Alemania, Gerhard Schroeder.
Mientras estuvo en el poder entre 1998 y 2005, ese político alemán fue un firme defensor de estrechar los vínculos entre Alemania y Rusia y abogó por la creación de un gasoducto submarino que conectara directamente a ambos países a través del mar Báltico.
Desfile y selfis
En la última parte de la investidura, tropas del Regimiento del Kremlin han desfilado por la Plaza de la Catedral acompañadas por una banda militar. Al finalizar, Putin se ha acercado a una multitud de invitados, la mayoría jóvenes de todos los rincones de Rusia, que deseaban obtener un apretón de manos y tomarse una selfi con el presidente de Rusia.