Proeza digna de recordar: Una rusa de 100 años narra su historia de trabajo con huérfanos de guerra

Elena Romáshkina, una mujer de la ciudad rusa de Saransk, cumple 100 años este 9 de mayo. Y aunque su natalicio coincide con el aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial sobre la Alemania nazi, esta fecha permanece en su memoria por algo más: trabajó con los niños que se quedaron sin padres en los años de la guerra.

Elena, nacida en 1918, asegura que no tuvo una vida fácil. Su padre volvió enfermo de la Primera Guerra Mundial y murió cuando ella tenía apenas cuatro años. Más tarde, y con gran esfuerzo, cumplió su sueño de estudiar pese a las dificultades, y cuando entró en la escuela de formación pedagógica, vivió el día más feliz de su vida.

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Sin embargo, la felicidad no duró para siempre. Unos años después comenzó la guerra y su esposo marchó al frente, de donde volvería en 1946. Mientras esperaba, Romáshkina trabajó en una escuela con niños huérfanos que buscaban huir y olvidar el terror de la guerra.

"Trabajaba con los niños del orfanato. En agosto de 1942, cuando liberaron Bielorrusia, trajeron de allí a 28 huérfanos. Ay, ¡qué mal me sentía por ellos!", asegura.

Siguió trabajando hasta los 55 años, cuando pasó a dedicarse a sus propios nietos, y con el tiempo también a sus bisnietos. Hoy, a sus 100 años, son estos quienes se ocupan y cuidan de ella. Pese a no haber combatido en el frente de batalla, su historia encarna la hazaña del pueblo soviético en la victoria contra el nazismo.