Las armas nucleares son "armas de exterminio masivo terribles" que сausan daños irreversibles y mucho sufrimiento, aunque su presencia en el mundo "previene conflictos a gran escala" entre países, sostiene el publicista alemán Marco Maier en un artículo de la revista Contra Magazin, de la que es redactor jefe.
En este sentido, el periodista recalca que si Rusia y China no tuvieran bombas nucleares, EE.UU. y sus aliados ya habrían atacado a ambos países. En la misma línea, el autor sostiene que, sin armas nucleares, la India y Pakistán "se habrían aniquilado mutuamente", mientras que Israel habría dejado de existir.
Actualmente, afirma Maier, con la crisis iraní en marcha provocada por Washington, parece que Irán y Arabia Saudita deberían crear sus bombas nucleares, ya que esos dos países podrían desatar una guerra en Oriente Medio que, en definitiva, conduciría a una Tercera Guerra Mundial.
En este sentido, el lema "armas nucleares para todos" tendría que extenderse por todo el mundo, opina Maier, precisando que los conflictos entre la India y Pakistán, así como entre la India y China, se producirían en este caso a una escala limitada, por ejemplo, a nivel de enfrentamientos locales a lo largo de la frontera. En opinión del periodista, los grandes conflictos serían poco probables y EE.UU. "no podría atacar a ningún país".
El pasado mes de abril la alta representante de la ONU para el desarme, Izumi Nakamitsu, criticó la retórica que justifica la necesidad de armas nucleares y advirtió que el mundo afronta el peligro de toparse con la incapacidad de poner "restricciones verificables a los arsenales nucleares".
En este sentido, muchos países abogan por la no proliferación de las armas nucleares. En particular, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, anunció el pasado mes de marzo que Rusia aboga por "un mundo libre de armas nucleares sobre la base de los acuerdos universales establecidos en el Tratado de No Proliferación Nuclear".
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, declaró que el objetivo de Europa a largo plazo "debe seguir siendo un mundo sin armas nucleares".