Submarino Yuri Dolgoruki en acción: ¿Qué significan sus mortíferas ráfagas para Rusia y EE.UU.?
El lanzamiento de cuatro misiles estratégicos Bulavá seguidos, con un intervalo de pocos segundos, por parte del submarino Yuri Dolgoruki evidencia que Rusia dispone hoy de las mejores tecnologías modernas y garantiza lo inevitable de la represalia en caso de un ataque contra Moscú. Así lo advierte el portal especializado Strategic Culture. La operación fue llevada a cabo el pasado 22 de mayo.
El Yuri Dolgoruki, que forma parte del proyecto 955, es un submarino que destaca por ser muy silencioso. Puede patrullar cualquier zona marina sin que un potencial adversario sepa de dónde será lanzada su mortífera carga de 16 misiles balísticos intercontinentales que porta. "Es ampliamente sabido que la Armada rusa es la única en el mundo que tiene submarinos capaces de evitar ser detectados por EE.UU.", subraya el artículo.
Los sumergibles de la clase Boréi reemplazarán gradualmente a los submarinos estratégicos clase 941 Akula y a los del proyecto 667 Delfin para convertirse en el núcleo del componente estratégico naval de la tríada nuclear rusa hasta al menos 2040. Hoy en día, hay tres submarinos clase Boréi en servicio activo. Se están construyendo cinco más.
El Yuri Dolgoruki es la cabeza de serie del proyecto y fue incorporado por la Marina en 2013. El sumergible porta 16 misiles balísticos, que constituyen su arma principal. El cuarto submarino de la clase Boréi será construido según el actualizado proyecto 955A, con el número de misiles aumentado a 20 junto además de otras muchas mejoras.
El revestimiento con placas anecoicas que cubre el casco de la nave permite reducir la influencia acústica. Todo el equipo está montado en amortiguadores. Todos los sonares del submarino están integrados en un solo sistema digital automático, que localiza objetivos y cumple otras funciones, como la búsqueda de aperturas de hielo y la medición de su espesor. El Yuri Dolgoruki puede detectar objetivos a una distancia un 50 % mayor que la de los sumergibles estadounidenses de clase Virginia.
¿Qué es el proyectil Bulavá?
El Bulavá es un misil de tres etapas que usa un combustible sólido en las dos primeras etapas y combustible líquido en la tercera, con objeto de que el proyectil sea más ágil durante la separación de la ojiva.
Los Bulavá pueden ser disparados en movimiento o debajo del hielo ártico. La trayectoria es baja, hecho que permite clasificar a estos proyectiles como misiles cuasi-balísticos porque pueden realizar maniobras en vuelo o cambios inesperados en la dirección y el alcance.
Junto con maniobras evasivas, un misil Bulavá puede desplegar diversas contramedidas y señuelos que lo hacen resistente a los sistemas de defensa de misiles. Las ojivas de reentrada múltiple, cada una de las cuales es programada independientemente, están protegidas contra el daño físico y el pulso electromagnético.
El misil es capaz de resistir una explosión nuclear en un rango de 500 metros (característica especialmente importante ya que existen antimisiles con carga nuclear). Además, tiene un alcance de hasta 9.300 kilómetros y un margen de error de solo 250-300 metros.