Youtube decidirá por ti qué es una noticia falsa y qué medios son "confiables"
La plataforma de videos Youtube invertirá 25 millones de dólares en fondos para fomentar el "periodismo de calidad", con el objetivo de promover fuentes 'acreditadas', a pesar de que existen dudas sobre la manera en que dicha iniciativa podría derivar en un nuevo tipo de censura.
El pasado lunes, YouTube anunció su intención de hacer "que sea más fácil encontrar noticias de calidad" y mejorar "la experiencia de noticias" en la plataforma, lo cual incluye también "hacer que las fuentes autorizadas sean realmente accesibles". Una iniciativa que se suma al proyecto de Google, en el cual invertirá 300 millones de dólares para "ayudar al periodismo a prosperar en la era digital".
"La autoridad es esencial para los espectadores, especialmente durante los eventos noticiosos de última hora, por lo que hemos estado invirtiendo en nuevas características de productos para destacar fuentes autorizadas prominentes", detalló Youtube en un comunicado publicado en su blog oficial, firmado por Neal Mohan, Director de Producto y Robert Kyncl, Director de Negocios de la compañía.
¿Cómo determinará Youtube quién es una fuente con "autoridad" y quién no? Es una interrogante que la empresa no detalló en su anuncio.
Eric Schmidt, presidente ejecutivo de la empresa matriz de Google, Alphabet, aseguró en 2017 durante una conferencia en la Universidad de Stanford, que uno de los proyectos de la compañía a su cargo tenía como objetivo reemplazar el "mal discurso" con un "buen discurso". Una afirmación que algunos críticos calificaron como "una forma de censura" que desafía "toda lógica y razón".
En otra ocasión, Schmidt admitió que Google está desarrollando algoritmos para que los contenidos de medios rusos sean más difíciles de encontrar. "Estamos trabajando para detectar y eliminar el ranking de ese tipo de sitios, básicamente RT y Sputnik", señaló el directivo en noviembre de 2017, durante un foro en Canadá.
Con la creciente polaridad ideológica en países como Estados Unidos, uno de los grandes desafíos de la iniciativa anunciada por Youtube será definir qué medios son "autorizados" y "confiables". Sobre todo, en un contexto en que medios como Fox News han sido acusados de ser una "máquina de propaganda" por el presidente de CNN, Jeff Zucker, al mismo tiempo que el presidente Donald Trump ha calificado a CNN como un sitio de "noticias falsas".
This is a wild exchange between Trump and a CNN reporter (who Trump repeatedly calls 'fake news'). Trump says his relationship with the G7 leaders is great—despite talk of a G6+1. (via CBS) pic.twitter.com/8rpGyVvhav
— Kyle Griffin (@kylegriffin1) 9 de junio de 2018
¿Cómo determinará Youtube la diferencia entre noticias y propaganda? Es otra interrogante que el gigante tecnológico no aclaró en su comunicado.
Entre los "abanderados de confianza" de Youtube, se encuentra elSouthern Poverty Law Center, que se ha visto obligado a retractarse de varios artículos en los últimos meses y pagar una compensación de 3,75 millones de dólares a un grupo de expertos que se describe erróneamente como antimusulmán.
A principios de este año, Youtube comenzó a etiquetar videos de medios noticiosos que reciben fondos de gobiernos. Las etiquetas son visibles para los espectadores en los EE.UU. y afectan a medios que reciben financiamiento público como PBS, BBC, Al-Jazeera y RT.
¿Cómo harán Google y Youtube para diferenciar entre la verdad y la falsedad de un hecho noticioso?
¿Cómo determinar que una noticia es falsa o verdadera? Es una pregunta que ha estado presente a lo largo de la historia de las ideas y que hasta la fecha no ha podido ser respondida con precisión. Una pregunta crucial para quienes buscan emprender una guerra contra las "noticias falsas" en la era digital.
En un intento por definir a la "verdad", la Real Academia de la Lengua Española define el término como "conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente".
Otro problema común, es tratar de definir la idea de "verdad" en función de "la realidad", debido a que en opinión de expertos como los sociólogos Peter L. Berger y Thomas Luckmann, la realidad es una construcción social, producto de un consenso.
Esto permite entender por qué razón la "verdad" puede variar de una época a otra, o de una cultura a otra, tal como lo descubrió en su momento Galileo Galilei, quien luchó contra la censura impuesta por la Santa Inquisición al afirmar, con base en pruebas experimentales, que la Tierra giraba alrededor del sol.
Otro problema en torno al problema de la verdad, es su relación frente a los "hechos", y la manera en que estos acontecimientos no son ajenos a la percepción de los seres humanos, tal como planteaba el filósofo Immanuel Kant en su 'Crítica a la razón pura', al señalar que la percepción sensorial es el principio de todo conocimiento y toda racionalidad posible.
En este sentido, el filósofo Friedrich Nietzsche, por ejemplo, afirmaba que "no existen hechos, sólo interpretaciones", debido a que toda experiencia humana es siempre interpretada desde un punto de vista concreto.
Por ello, afirmaba el filósofo alemán Georg Gadamer, no existe un método único para acceder a 'la verdad', y por lo tanto, la verdad puede interpretarse como una afirmación de la existencia que debe comprobarse en la experiencia de vida de cada persona, en cada caso concreto.
De acuerdo con estos autores, no existe una manera única de acceder a 'la verdad', un concepto que tampoco está ajeno a la disputa por el poder, como bien lo abordó el filósofo francés Michel Foucault a lo largo de su obra, en la cual, describe con detalle la manera en que la noción de 'verdad' ha sido utilizado como un mecanismo de control a lo largo de la historia de la humanidad para ejercer el dominio de unos sobre otros.
Un problema añejo que ha sido también abordado por la literatura de George Orwell en su célebre novela '1984', sobre cómo el control de la "historia" puede ser utilizado como un mecanismo de poder. Un fenómeno que, de acuerdo con el filósofo Paul Ricoeur, hace casi imposible establecer con total precisión una diferencia clara entre el relato histórico y el relato de ficción, ya que ambas modalidades del discurso funcionan con los mismos esquemas mentales que posibilitan el lenguaje, según afirma en su libro 'Tiempo y narración'. Una situación que hace particularmente difícil establecer una diferencia clara entre una noticia falsa y una verdadera. ¿Cómo harán los ejecutivos de Google para resolver esta situación?
De ahí que tratar de diferenciar la verdad de la mentira puede ser un asunto problemático, según señalaba el lógico inglés Bertrand Russel, quien sostenía en su libro 'Los problemas de la filosofía', que "en efecto: la verdad y la falsedad son propiedades de las creencias".
¿Cómo harán Google y Youtube para determinar cuáles creencias son verdaderas y cuáles son falsas? ¿Cómo harán para diferenciar "hechos" verdaderos y falsos en escenarios complejos como una guerra, una disputa electoral o cualquier otro conflicto social, siempre abiertos a múltiples interpretaciones? ¿Serán conscientes de este problema que ha estado presente en la historia de las ideas desde hace más de un siglo? Tal parece que no.
¿Bajo qué criterios decidirán las grandes industrias privadas del Internet qué información será "confiable" y cuál no? ¿Bajo qué criterio determinará Youtube cuáles medios son creíbles y cuáles no? ¿Cómo hará Youtube para asegurar que los medios que avala, efectivamente, dicen la verdad? ¿Cómo hará Youtube para asegurarse de que no existen intereses privados detrás de esas voces "autorizadas" que buscará promover a través de su plataforma de videos? ¿Qué hará Youtube para asegurarse de que las "verdades" publicadas por sus medios aliados cuenten con el contexto suficiente para evitar que sean intencionalmente distorsionadas? ¿Quién garantiza que las afinidades ideológicas de estas compañías no afectará los criterios de búsqueda de los usuarios? ¿Cómo hará Google para convertir la compleja experiencia humana de 'la verdad' en un simple algoritmo?
Son preguntas que los directivos de Google y Youtube deberían responder y cuestionarse antes de emprender una cruzada digital contra lo que ellos consideran "noticias falsas".
Manuel Hernández Borbolla