¿Qué ocurre con el nuevo destructor furtivo de EE.UU.?
El Instituto Naval de EE.UU. (USNI, por sus siglas en inglés) dio a conocer a través de su medio USNI News que durante las pruebas que el destructor furtivo Michael Monsoor (DDG-1001) completó en febrero se estropearon las palas y ahora el buque de clase Zumwalt requiere el cambio de una de sus turbinas principales, la de gas marítima MT30 de Rolls-Royce, que cuesta 20 millones de dólares.
La avería salió a la luz en febrero en medio de una inspección del motor después de la limpieza. El contralmirante William Galinis señaló en una conversación con el medio que durante las pruebas no hubo indicios de que la turbina de gas estaba estropeada.
De momento el destructor permanece en Bath (Maine, EE.UU.) a la espera de una nueva turbina. Tiene programado partir de allí en otoño rumbo a San Diego. La razón por la que se demora tanto el cambio de turbina es el gran tamaño de la MT30, que requiere un sistema de rieles especial para retirarla y colocar una nueva.
Como para el momento de la avería este sistema de rieles aún no había sido creado, los ingenieros tuvieron que completar su diseño y luego instalarlo. El 10 de julio desde Rolls-Royce comentaron a USNI News que la empresa colabora estrechamente con la Armada de EE.UU. y el equipo del astillero Bath Iron Works "para cambiar una de las dos turbinas MT30 del Michael Monsoor" tan pronto como sea posible.
- En diciembre de 2017 el destructor furtivo sufrió una avería en el sistema eléctrico.
- Falló un filtro de armónicos, que se usa en sistemas eléctricos complejos para prevenir que las fluctuaciones de energía inesperadas puedan dañar otro equipamiento sensible de la nave.