Dos buques de guerra de la Flota del Norte que participaron en el principal desfile naval celebrado en San Petersburgo con motivo del día de la Armada rusa entraron en aguas del Canal de la Mancha camino del océano Atlántico, informa la cadena militar Zvezdá.
La agrupación la integran el crucero de misiles Marshal Ustínov y la fragata antisubmarina Severomorsk, también portadora de proyectiles guiados. El resto de los buques y embarcaciones participantes en las ceremonias de San Petersburgo se han dirigido a sus bases permanentes.
Un comunicado de la Marina rusa informe de que ambos buques seguirán cumpliendo sus tareas en el océano Atlántico.
El 1 agosto se informó de que diez barcos de guerra rusos han comenzado a realizar ejercicios en el mar Báltico.
Para la Flota del Norte de Rusia, el paso por el Canal de la Mancha es una forma tradicional de llegar al Atlántico. Sin embargo, la presencia de buques de guerra rusos en la zona provoca siempre una reacción nerviosa en los países de la OTAN.
Por ejemplo, cuando en octubre de 2016 el canal fue cruzado por el portaaviones Admiral Kuznetsov, el crucero pesado de propulsión nuclear Piotr Veliki y dos fragatas antisubmarinas (Vitseadmiral Kulakov y Severomorsk), el entonces ministro de Defensa británico, Mike Penning, habló de que se había lanzado una "señal".