Este miércoles, el Senado argentino lleva adelante un debate histórico donde deberá resolver si aprueba o rechaza la legalización del aborto luego de haber recibido media sanción en la Cámara de Diputados. Afuera del Congreso, cientos de miles de mujeres concentrarán durante toda la jornada (que se puede extender hasta la madrugada del jueves) para esperar el resultado.
A priori, parece haber una mayoría de senadores que están en contra del proyecto, y así se han encargado de resaltarlo los grandes medios de comunicación. Sin embargo, desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito o, simplemente, La Campaña, como se la conoce, esperan que la presión popular influya en los votos. Cuando la Cámara Baja aprobó el proyecto el pasado 14 de junio, no fue hasta última hora que se definió al resultado de la misma forma, con una multitud aguardando en la calle.
"No tenemos que dejar que estas operaciones políticas anulen el debate", explicó a RT Fernanda Fernández, integrante de La Campaña en la provincia de Tucumán. "A nosotras, los números nos dan, porque los números son la calle", aseguró.
En el mismo sentido, Johana Lacour, consejera superior de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) e integrante del equipo de investigación Géneros, Política y Derechos, recordó en entrevista telefónica que durante la discusión en Diputados había "un escenario favorable en cuanto a su composición generacional, pero no había nada cerrado".
"Va a ser importante que podamos sostener hasta el final el número en la calle y los trabajos de cabildeo que hacemos también desde las provincias", enfatizó Lacour, que es parte también de La Campaña y el colectivo Ni Una Menos. "Está demostrado que el movimiento de mujeres y feminista desde el minuto uno ocupó la calle, no la vamos a dejar, porque es, en definitiva, el factor transformador", dijo.
El Senado de las provincias
Si bien existen distintos cálculos, en general, todos dan cuenta de una mayoría leve que rechaza la legalización del aborto. De los 72 senadores y senadoras, 37 se posicionarían en contra, mientras que 31 están a favor y el resto, indecisos.
A diferencia de la Cámara de Diputados, donde las bancas se eligen de manera proporcional a la población, en el Senado la representación es igualitaria entre las 24 provincias del país. Todas ellas tienen tres senadores cada una, es por eso que su voto está mucho menos ligado a la realidad nacional y más atado a la situación de cada uno de sus distritos.
Por ejemplo, en la provincia de Misiones (límitrofe con Paraguay y Brasil) "varios municipios se declararon 'pro vida'", es decir, "en contra del aborto" explicó la periodista local Lucía Sabini. Paradójicamente, en esa región del país "durante el último año, y esto lo dijo el ministro de Desarrollo Social, 200 niñas menores de 13 años fueron obligadas a parir". "Eso denota la gravedad del asunto", denunció.
La periodista definió a la provincia como "bastante conservadora, muy religiosa" y donde "el rechazo al proyecto de ley es muy fuerte", aún cuando existe "una alta tasa de maternidad adolescente y abuso, porque estas cosas están entrelazadas". "Una nena que tiene un hijo es muy difícil que lo haya hecho por decisión propia", completó.
De los tres senadores de Misiones, uno anunció su voto a favor, Humberto Schiavoni, y otros dos en contra: Magdalena Solari y el exgobernador Maurice Closs.
Lacour también dio cuenta de la realidad de su provincia. En Santiago del Estero, "hasta 2017 era nula la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral", que fue sancionada en 2006. A su vez, destacó que desde su grupo de investigación elaboraron un estudio sobre la "brecha ciudadana en el acceso a los derechos sexuales y reproductivos". De allí concluyeron que "hay una distancia importante entre lo que las leyes afirman y la realidad de la provincia".
De hecho, fue justamente en este distrito donde el pasado fin de semana se conoció el caso de Liliana Herrera, una joven de 22 años que falleció luego de tener que realizarse un aborto clandestino.
"En lo que va del año han muerto 20 mujeres por causas obstétricas", puntualizó la consejera de la UNSE. Y si bien "estos son datos extraoficiales" registrados por las organizaciones feminstas, lo que es seguro es que "tres de esas muertes fueron por abortos clandestinos".
Argumentos en contra
A unos días de la votación, tres legisladores que mantenían su decisión en secreto se pronunciaron en contra del proyecto: Ángel Rozas, María Belén Tapia e Inés Blas. Rozas aseguró que, aunque se considera "un arduo defensor de los derechos de la mujer y de la igualdad de género", en este caso va a votar "a favor de la preservación de la vida del embrión", pues, "si bien no es una persona […] nadie puede discutir que un embrión es una vida".
En la misma línea, la senadora Ada Iturrez afirmó a pocas horas de la votación que "desde el momento de la concepción hay vida" que "debe ser protegida", mientras que el senador Gerardo Montenegro opinó que si no se defiende el derecho de un niño a la vida "no existe otro derecho por proteger".
Mientras tanto, el senador Mario Fiad argumentó que el proyecto en revisión establece la legalización del aborto "sin ningún tipo de razones que lo justifiquen", más allá del "deseo de la mujer o persona gestante".
Por otro lado, los opositores al proyecto creen que aumentaría el número de abortos en Argentina y advierten del costo que supondría el aborto legal para el sistema público de salud, entre otros argumentos.
Las tres posibilidades
Cuando este miércoles comience la sesión, la Cámara Alta tendrá tres opciones. Si resuelve debatir el proyecto tal como llegó de Diputados y es votado favorablemente por la mitad más uno de los senadores presentes, quedará aprobado definitivamente. Solo restará esperar que el presidente lo promulgue y, si bien podría vetarlo, es una posibilidad que no está contemplada hoy por hoy.
En cambio, si quienes se oponen logran reunir una mayoría, la ley de aborto legal caerá y no podrá ser tratada hasta el próximo período legislativo en 2019, aunque lo más probable es que se demore hasta 2020, cuando haya una nueva composición del Congreso.
Una tercera opción es la propuesta de un grupo de senadores de la provincia de Córdoba que logró el consenso de quienes apoyan la legalización. Estos sostienen la necesidad de hacer algunas modificaciones al texto original que llegó de la Cámara Baja: reducir la cantidad de semanas, de 14 a 12, en las que sería legal el aborto; permitir la objeción de conciencia institucional; y eliminar las sanciones a los médicos que se nieguen a realizar la intervención.
Si esta última alternativa resulta aprobada, el proyecto deberá regresar a Diputados, donde habrá dos posibilidades: aprobar los cambios o volver a plantear el proyecto original. Para aceptar lo que venga de la Cámara Alta y dar sanción definitiva a la ley, alcanzará con la mayoría simple. En cambio, si los diputados quisieran insistir con la iniciativa votada en primera instancia, deberán reunir una mayoría igual o superior a la del Senado.
La batalla cultural ya está ganada
La Campaña Nacional por el Dereho al Aborto nació en Argentina hace 13 años. Desde entonces, ha impulsado en repetidas ocasiones el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), sin embargo, hasta este año siempre había perdido estatus parlamentario, porque ni siquiera llegaba a ser tratado en comisiones.
El pañuelo verde era un símbolo extraño, difícil de ver en la calle fuera de alguna manifestación puntual o en pequeños círculos militantes y académicos. Sin embargo, en los últimos años, y sobre todo en los últimos meses, la transformación fue abrupta. Hoy son miles las mujeres -sobre todo jóvenes- que portan en sus cuellos, muñecas, mochilas o carteras el estandarte de la legalización del aborto.
"Hay toda una ciudadanía atenta a que esta ley se concrete y se transforme en un derecho que garantice la salud pública, la educación laica y científica, y un acceso a la justicia que no sea misógino y patriarcal", aseguró Fernández. Y recordó que "los derechos ahora se están discutiendo en el Senado, pero se conquistan en las calles".
Por su parte, Sabini remarcó que están "realmente expectantes", ya que "sería muy importante" la aprobación de la ley. Sobre todo para su provincia, donde "en vez de visibilizarse, se tapa el problema".
Al respecto, Lacour destacó que "antes en las familias no hablaban de los abortos". "Muchas de nosotras, después de este proceso de discusión, hemos podido dar cuenta que las personas menos pensadas se han realizado abortos y ahora lo pueden contar", relató. Desde su punto de vista, "se ha construido una aceptación y despenalización social del aborto".
Finalmente, Fernanda Fernández analizó que "después de la ley queda un largo recorrido", pero que en este proceso se vio que el movimiento tiene "el cuerpo para afrontarlo y toda la voluntad política para hacerlo".
"Este 8 se va a demostrar que no hay un retroceso, que estamos construyendo historia, que el movimiento feminista va a pegar con mucha más fuerza y vamos a conquistar todos los derechos que nos faltan", concluyó.
Santiago Mayor