Moscú vuelve a "rechazar de manera más decidida" las acusaciones sobre una supuesta participación en el incidente en Salisbury, ha afirmado el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov. "Rusia no tuvo ni tiene nada que ver" con los casos de uso de armas químicas, ha expresado Peskov.
Por lo tanto, Moscú considera "inaceptable" la vinculación de las posibles nuevas sanciones de EE.UU. con el caso Skripal.
"Las restricciones de este tipo, al igual que las que ya fueron adoptadas por la parte estadounidense, son, según nuestra opinión,absolutamente ilegales y no conformes con el derecho internacional", ha aseverado el portavoz.
Al mismo tiempo, ha señalado que las decisiones similares de EE.UU. no concuerdan con el "ambiente complicado, pero constructivo" que hubo en la reunión de los presidentes Vladímir Putin y Donald Trump celebrada en Helsinki.
A este respecto se pronunció también la representación rusa ante la OPAQ. Ha subrayado que Occidente actúa simultáneamente "como fiscal, juez y verdugo" cuando aborda el caso Skripal. Los diplomáticos han destacado que tras cinco meses de investigación, no se ha encontrado ni una prueba de la involucración de Moscú.