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Australia se plantea prohibir la entrada a Chelsea Manning
Los antecedentes penales de esta exanalista de EE.UU. son un factor en contra para que pueda entrar en territorio australiano.
Australia sopesa que Chelsea Manning, la antigua analista de inteligencia de Estados Unidos que filtró casi 750.000 documentos clasificados a WikiLeaks, no pueda entrar en el país para ofrecer una serie de conferencias sobre su vida personal, informa la cadena australiana ABC.
Está previsto que esta activista visite Sídney, Brisbane y Melbourne, pero el Ministerio del Interior de Australia envió un aviso a los organizadores de sus eventos en el que indicó que podrían negarle el visado de entrada por sus antecedentes, ya que pasó siete años en una prisión militar hasta que fue liberada en mayo de 2017 por decisión del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Para evitar este rechazo, la empresa que se encarga de esta gira ha solicitado a los seguidores de Manning para que presionen a las autoridades australianas y, en particular, al recién instalado ministro de Inmigración, David Coleman.
'Prueba de caracter'
La Sección 501 de la Ley de Migración de Australia otorga al ministro del ramo amplios e incontestables poderes para rechazar visas, por razones de interés nacional o porque estime que los solicitantes o titulares no superaron una "prueba de carácter", subraya el diario británico The Guardian.
De hecho, el exministro de Inmigración y actual ministro del Interior de Australia, Peter Dutton, se basó en esa norma para impedir la entrada en su país de celebridades tan diversas como los raperos Snoop Dogg y Chris Brown, el boxeador Floyd Mayweather y el negacionista del Holocausto David Irving, en este caso en varias ocasiones.
Una persona puede suspender ese test "por diversas razones", desde que tenga "antecedentes penales considerables" hasta que "su conducta represente un riesgo para la comunidad australiana", ha explicado una portavoz del Ministerio del Interior.
Rechazo en Nueva Zelanda
Después de Australia, Chelsea Manning planea visitar Nueva Zelanda, pero allí requiere un visado especial por su periodo en prisión y está sujeta a otras disposiciones, según las leyes migratorias neozelandesas.
"Es una delincuente convicta condenada a 35 años de cárcel que viene aquí por dinero" y no muestra "ningún remordimiento: el propósito de su visita es hablar de sus crímenes", ha declarado el encargado de inmigración de la oposición de Nueva Zelanda, Michael Woodhouse.
Canadá también negó el acceso a esta exsoldado norteamericana en 2017, pero posteriormente sí permitió su entrada.
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