El presidente de EE.UU., Donald Trump, considera, según dijo en una entrevista con Bloomberg celebrada este jueves, que el Gobierno de Irán puede colapsar como consecuencia de las duras políticas aplicadas en su contra durante los últimos meses por Washington.
"Cuando llegué aquí [a la Casa Blanca], la cuestión era cuándo ellos tomarían el control de Oriente Medio", dijo Trump, en referencia a la República Islámica. "Ahora la cuestión es si lograrán sobrevivir. Es una gran diferencia en tan solo un año y medio" de mi mandato, agregó el mandatario sin dar más detalles.
Las tensiones entre EE.UU. e Irán se agravaron después de que, en mayo pasado, Trump retirara a su país del histórico acuerdo nuclear iraní, firmado en 2015 por las potencias mundiales y Teherán. El inquilino de la Casa Blanca calificó de "horrible" dicho acuerdo y acusó a la República Islámica de "apoyar el terrorismo" y "desestabilizar Oriente Medio", y decidió restablecer las sanciones antiiraníes.
Por su parte, Teherán siempre ha negado tener algún papel desestabilizador en la región, así como también rechaza las acusaciones de Washington de supuestamente promover el terrorismo.
Una reunión 'sin condiciones'
En reiteradas ocasiones, Trump ha dicho que podría reunirse con el Gobierno iraní "sin ninguna condición previa" y "en cuanto ellos lo deseen" para negociar un nuevo acuerdo nuclear. Sin embargo, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ha enumerado una serie de condiciones para que la reunión propuesta por el presidente pueda concretarse.
"Las amenazas, las sanciones y las acrobacias de relaciones públicas no funcionarán. Pruebe el respeto: hacia los iraníes y hacia los compromisos internacionales", respondió por su parte el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, a las declaraciones de Trump sobre un posible encuentro entre las autoridades de ambas naciones. "EE.UU. solo puede culparse a sí mismo por retirarse y abandonar la mesa [de negociaciones]", agregó Zarif.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, también rechazó esa posibilidad, alegando que no se puede confiar en EE.UU. "La suposición de que unas negociaciones o el establecimiento de vínculos con Washington resolverían los problemas del país es un error obvio", dijo. "No se puede confiar en las palabras y ni aun en las firmas de los estadounidenses", afirmó Jameneí.