Elzulista, la cuenta de Twitter que publica las vergüenzas del mercado del alquiler español

El aumento de los precios de los alquileres convive con la aparición de 'viviendas' que no cumplen los mínimos de habitabilidad y salubridad exigibles.

La venta de vivienda se está recuperando en España después del desplome que se vivió en los primeros años de la crisis, cuando se produjo el pinchazo de la denominada 'burbuja inmobiliaria'. El primer trimestre de 2018 se vendió un 8% más de viviendas y se construyó un 16% más que en el mismo trimestre del año anterior. 

A pesar de ello, el precio de la vivienda en venta está experimentando un incremento moderado (un 2,7% si comparamos los mismo periodos); un aumento que en el caso de los precios del alquiler está lejos de esa moderación, según los datos que hace públicos el Ministerio de Fomento. 

Hay que destacar que apenas existen datos públicos sobre el mercado de venta y alquiler de vivienda en el país. De hecho, los publicados por el citado Ministerio con respecto al alquiler provienen en parte del portal inmobiliario Fotocasa, mientras que los utilizados por el Ayuntamiento de Madrid proceden de otro portal de este tipo: el gigante Idealista.

Precisamente, según este último portal, los alquileres han subido en el último año una media del 15,6%. Al respecto, el jefe de estudios de Idealista, Fernando Encinar, opina que aunque "es cierto que estamos viviendo un proceso de subidas generalizadas", en ningún caso "podemos hablar de burbuja".

Sin embargo, los datos comienzan a alarmar. Madrid es la región más cara para alquilar una casa, con un precio medio de 15 euros el metro cuadrado, le siguen las Islas Baleares (con 14,8 euros/m2) y Cataluña (con 14,7 euros/m2). Es decir, en cualquiera de estas tres regiones el alquiler mensual de un piso de 60 metros cuadrados costaría más de 880 euros.

Por capitales el ranking cambia ligeramente. Lo encabeza Barcelona con 17,2 euros/m2, y le siguen Madrid (16,1) y San Sebastián (15,5). Lo que hace que la situación en las grandes ciudades empiece a ser dramática para muchas personas que buscan vivienda en alquiler: la mayoría se ven desplazadas al extrarradio, mientras que otras tienen incluso que mudarse a otras poblaciones.

Los datos que suministran otras fuentes son aún peores. Así, según los informes trimestrales de Mitulagroup, una empresa líder en el sector de los anuncios clasificados y especializada en el mercado inmobiliario, en el primer trimestre del año el precio medio de una vivienda se disparó 300 euros con respecto al mismo trimestre del año anterior, mientras que en el segundo trimestre el alza continuó aumentando un nuevo 6,97%.

Además, el aumento del precio se ve acompañado de un descenso de la calidad. De este modo, si el presupuesto es limitado, algunos propietarios lanzan al mercado 'productos' que ni siquiera deberían considerarse viviendas, sino zulos. De esta manera, 'cocinarmarios', 'bañicina' o 'zulonichos' son palabras que se están empezando a hacer populares en las redes.

La nueva categoría de vivienda, el zulo

En medio de este panorama no es de extrañar que una cuenta de Twitter como la de @elzulista, que nació hace solo 5 meses, acumule ya más de 20.000 seguidores y sus tuits se hagan virales. Detrás hay un grupo de personas que todavía han conseguido mantener su anonimato y que prentenden "llegar a mucha gente y hacerse eco de un problema que hay que frenar cuando antes".

@elzulista cuenta a RT cómo surgió la idea. Uno de los miembros de su grupo de whatsapp se encontraba viviendo en Madrid y estaba buscando un piso en alquiler porque le rescindían el contrato que tenía. Según explican, encontrar algo "decente" a un "precio razonable" comenzaba a parecer "misión imposible". De este modo, las "peripecias" que iban compartiendo en el grupo y los "zulos" que encontraban estuvieron en la base de la chispa que dio a luz este perfil de Twitter.

Sus publicaciones destilan sátira y un tono animado y grandilocuente, similar al que usan los portales y plataformas inmobiliarias. De hecho, su avatar recuerda mucho al logo de Idealista, precisamente uno de los pocos usuarios de Twitter que nada más crear la cuenta les bloqueó. "No entendemos por qué, si no troleamos a nadie... #modoironiaoff", dicen.

En general, relatan una muy buena acogida, salvo por parte de algunos despistados que no han pillado el tono irónico y no se pueden creer los comentarios que hacen sobre algún inmueble. "¿Cómo podéis decir que es barato si es una mierda?", comentan que les han criticado alguna vez.

Si bien la repercusión que han obtenido no estaba planificada desde un inicio, creen que es "bueno que la tenga y que se hable del tema para que los organismos a los que corresponda tomen medidas". Y es que además de realizar una labor de denuncia, también tienen propuestas para acabar con la problemática del alquiler.

En este sentido, mencionan varios frentes de ataque. Por un lado, qué se puede alquilar como vivienda, haciendo que se cumplan unos mínimos de habitabilidad y salubridad. Por otro lado, abordar la protección del propietario y del inquilino, para evitar abusos por cualquiera de las dos partes. Es decir, conseguir acabar con las exigencias excesivas de los propietarios dándoles una protección efectiva y rápida contra impagos y destrozos.

También tocan la tecla del alquiler vacacional, y apuestan por la regulación de plataformas como Airbnb que, en su opinión, "han influido mucho en el auge de los precios del alquiler convencional".

Otra vía que proponen, y que definen como "más drástica", es la de crear un organismo que gestione toda la oferta de alquiler "con todas las garantías, con un precio tasado en función de metros, zonas, calidades, etc...". El objetivo de esta medida sería "poner freno a la especulación y dar una seguridad tanto al propietario como al inquilino".

Su última propuesta es la de estudiar qué ocurre con los pisos vacíos y "qué se podría hacer para que entrasen en el mercado del alquiler".

Las Administraciones

Lo cierto es que el acceso a la vivienda a través del alquiler está entrando en la agenda de las Administraciones Públicas. Así, han sido los Ayuntamientos los primeros que se han puesto a trabajar en el asunto, sobre todo los de las grandes capitales, que son las más afectadas por la escalada de los precios que está expulsando a parte de su población del centro de las ciudades y empeorando la calidad de vida de sus ciudadanos.

En este caso, el Ayuntamiento de Barcelona ha sido uno de los más mediáticos. En abril comenzó a expropiar pisos vacíos de los bancos para dedicarlos al alquiler social y más recientemente ha manifestado la intención de que el 30% de las nuevas viviendas se dediquen a alquiler social. Por el camino, ha exigido a la plataforma de pisos turísticos Airbnb la retirada de la oferta de más de 2.500 pisos ilegales que publicitaba en su portal o ha comprado un edificio entero para dedicarlo a esta modalidad de alquiler. Además, tiene financiadas y en marcha la construcción de más de 4.500 viviendas que harán que en 2022 sean 13.000 las viviendas públicas de alquiler.

También otros Ayuntamiento como el de Madrid o el de Palma han empezado a tomar cartas en el asunto, pero lo cierto es que reclaman la activa participación de las Comunidades Autónomas (los Gobiernos regionales), pues son quienes tienen las principales competencias en la materia.

Por su parte, desde el Gobierno de España también se han anunciado acciones en este ámbito. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el pasado 12 de septiembre que tienen intención de desarrollar una Ley de Vivienda "configurando la vivienda social como un servicio público" en todo el territorio nacional. Además, aseguró que el Ejecutivo va a "poner fin a la venta de la vivienda pública a los fondos buitre".

Nuria López