El submarino ruso de propulsión nuclear K-329 Bélgorod abandonará los astilleros en la norteña ciudad de Severodvinsk antes de que concluya el año, informa TASS.
"Para fin de año, el crucero submarino nuclear Bélgorod, encargo N° 664, se está preparando para salir [de la grada]", explicó el director general de la oficina de diseño Malajit, Vladímir Doroféyev.
La enorme nave rusa empezó a construirse según el proyecto Antéi como un submarino de ataque dotado con 24 misiles de crucero pesados Granit, capaces de hundir grandes buques de superficie (principalmente portaviones).
En 2012, el proyecto del submarino fue modificado, al aumentarse su eslora de 154 a 184 metros. De este modo, el Bélgorod se hizo incluso mayor que los sumergibles del proyecto 941 Akula que ostentaba el récord mundial de desplazamiento gracias a sus 48.000 toneladas de desplazamiento [para albergar 20 misiles balísticos intercontinentales de toneladas de peso].
Oficialmente se ha anunciado que el objetivo del nuevo submarino sería la exploración y rescate en aguas profundas. En los 30 metros 'extra' de longitud del Bélgorod están instalados equipos para trabajar a grandes profundidades y dispositivos robóticos con capacidad de instalar equipos bajo el agua e inspeccionarlos.
Asimismo, se cree que junto al Jabárovsk, el Bélgorod tendrá como misión portar el gigante Status-6, más tarde rebautizado como 'Poseidón': un enorme torpedo concebido para destruir puertos y ciudades costeras. Puede recorrer hasta 10.000 kilómetros a velocidades de entre 60 y 70 nudos (de 110 a 130 km/h).
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