Tras su intervención en la Asamblea General de la ONU en Nueva York (EE.UU.), el ministro de Exteriores de Siria, Walid Muallem, ha concedido una entrevista a RT en la que aborda una serie de temas concernientes a la situación interna del país y a la intervención de otras naciones.
Previo a entrar en detalle, el canciller ha celebrado que la situación ha cambiado "radicalmente" desde el inicio de la guerra "gracias a la cooperación sirio-rusa en el ámbito militar, político y económico", y ha expresado el agradecimiento del pueblo y el Gobierno de Siria "al presidente Putin y al amistoso pueblo ruso".
Protección del cielo sirio
Abordando la transferencia de los sistemas antiaéreos rusos S-300, Muallem expresó de nuevo su agradecimiento. "Aprecio mucho la decisión del presidente Putin de armar a Siria con el sistema S-300", afirmó, señalando que corresponde a un "paso muy oportuno".
"Es un sistema defensivo en su esencia, no ofensivo", recordó el canciller. "Si analizamos la importancia de proteger el cielo sirio, veremos que esto es una señal de seguridad y estabilidad, y no de guerra", añadió.
El analista internacional, José Antonio Egido, considera que la medida de Rusia representa también una solución pacífica para las zonas de conflicto que se mantienen en el terreno sirio.
De acuerdo con el especialista, ahora Siria podría frenar uno de los mayores problemas que había creado Israel, responsable de centenares de ataques aéreos contra el país árabe, que violaban el derecho internacional.
Zona desmilitarizada en Idlib
Luego de que este mes Moscú y Ankara llegaran a un acuerdo para expulsar a los milicianos de la provincia siria de Idlib, Muallem subrayó que no puede afirmar que el acuerdo se esté implementando, pero se mostró positivo al respecto y recordó que Damasco prefiere buscar soluciones "por medios pacíficos".
Los que llegaron a Idlib lo hicieron a través de Turquía [...] sería natural que ellos regresaran a ese país
"Declaro que este acuerdo es un testimonio positivo de la posibilidad de restablecer la autoridad del Estado sirio en todo el territorio", aseveró respecto a esa zona desmilitarizada, que conforme a lo acordado expira a mediados de octubre.
Sin embargo, Muallem fue claro en que la zona debe limpiarse de terroristas incluso si se rehúsan a abandonarla. "Para establecer su autoridad, el Estado tiene el derecho legal de usar otros métodos. Pero no nos gustaría llegar a esta fase", acotó.
De Idlib a Turquía
En cuanto al próximo destino de los terroristas luego de que abandonen el área, el canciller apuntó hacia Turquía.
"Los que llegaron a Idlib lo hicieron a través de Turquía, por eso los turcos saben quiénes están allí, cómo llegaron y de dónde vinieron", aseguró Muallem. "Y sería natural que ellos regresaran a ese país", indicó.
Por otra parte, el ministro añadió que los sirios que se encuentren en las filas militantes pueden "ejercer el derecho de amnistía" y volver a sus provincias luego de deponer las armas, pues "al fin y al cabo son ciudadanos sirios con derechos y responsabilidades".
Separatismo y descentralización
El pueblo sirio no acepta el separatismo
Sobre la posibilidad de la formación de grupos separatistas al este del Éufrates, el canciller fue conciso.
"En primer lugar, el pueblo sirio no acepta el separatismo. En segundo lugar, el Estado sirio debe tomar una posición decisiva", aseveró, indicando que no cree que en regiones con ciudadanos kurdos haya conversaciones de este tipo.
El papel de EE.UU.
Sin embargo, Muallem sí considera "peligroso" lo que realiza Washington con su presencia "ilegal" en el país. "Declaro que el problema no lo complican los kurdos, sino la presencia estadounidense", acotó.
El ministro afirma que la "esperanza" que EE.UU. da a los kurdos de poder actuar en contra de Damasco es en realidad una "ilusión", que si se llega a transformar en intentos separatistas se encontrará con el "camino que no queremos seguir: el de una solución militar".
En este respecto, Muallem mencionó la base militar estadounidense de Al Tanf, afirmando que "no tiene futuro en el país" por ser un centro de entrenamiento de terroristas del Estado Islámico. "Es un agresivo [...] esfuerzo en vano", asevera el canciller, recordando el reciente fallido intento de ataque contra Palmira ligado a esta base.