Diez días después de la masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968, en el Estadio Olímpico Universitario se inauguró la décima novena olimpiada de la era moderna: Enriqueta Basilio de Sotelo, medallista olímpica y atleta mexicana fue la primera mujer en encender el pebetero en la historia de los Juegos Olímpicos.
El México de finales de los 60 representó una época de claroscuros para la construcción de la democracia moderna, considera la historiadora Julia Palacios Franco, quien vivió la efervescencia del país por ser sede de las olimpiadas, pero también la incertidumbre y días aciagos tras la irrupción del Ejército a Ciudad Universitaria y en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
Escenas de estos paralelismos fueron retratadas por periodistas nacionales e internacionales, que por la mañana acudían a la Villa Olímpica, ubicada en Ciudad de México (capital y centro del país) a fotografiar a los atletas, y por la tarde cubrían las manifestaciones estudiantiles que estaban en su punto más álgido, pugnando por autonomía universitaria.
Así nació Duotono, la selección de fotografías que a 50 años sale a la luz del archivo fotográfico 'El Heraldo Gutiérrez Vivó–Balderas', cuya curaduría a cargo de la Universidad Iberoamericana selecciona momentos importantes de la lucha estudiantil, pero se enfoca en otros aspectos: las olimpiadas, las mujeres dentro del movimiento; el reflejo de la influencia de otras revueltas estudiantiles en Francia, Checoslovaquia, Uruguay, Estados Unidos.
'Duotono: entre la movilización estudiantil y la celebración deportiva', son una exposición temporal y un libro, que forman parte de las acciones del Comité Interuniversitario M-68: Ciudadanías en Movimiento, en el que participaron varias universidades públicas y privadas de México. También contempla la colección documental del Movimiento del 68 y el Fondo Ana Victoria Jiménez sobre la lucha feminista, que fueron cambios de hace medio siglo.
La publicación contiene una selección de 200 imágenes del movimiento estudiantil del 68, de un total de 1.500 que hay sobre el tema en el archivo de más de 1 millón de fotos, donado a la universidad en 2017. Teresa Matabuena, quien dirigió la publicación, considera que en 1968 'El Heraldo de México' publicó alrededor de 400 fotos, lo que significa que al menos 74% de las que contiene el archivo no habían sido públicas.
Palacios, catedrática de la Iberoamericana, explica la importancia de los archivos y verlos con ojos presentes. Le llaman la atención en esta selección las fotografías de los soldados, que eran tan jóvenes como los estudiantes y estaban enfrentados; las tanquetas en el zócalo con niños jugando; los atletas haciendo vida cotidiana, los peinados de la época, la fiesta y la tragedia juntas.
"La masacre de Tlatelolco silenció: hubo muchos desaparecidos, muchos muertos, muchos que fueron sacados del país, muchos presos... Y fue tal el shook, porque era algo que no se esperaba... Al día siguiente era miedo, tristeza, por eso mucha de la memoria gráfica que eran estas pegas, pegotines boletines mimiografiados, se perdió. Los mismos militantes, participantes y líderes quemaron y destruyeron todo", dice a RT.
Entre las fotografías que llaman la atención de la investigadora y también especialista en rock, están las instalaciones de centros de prensa: son los primeros juegos olímpicos televisados vía satélite; apenas en 1967 había sido la transmisión en satélite, lo cual fue novedoso.
"La otra es la vida en Villa Olímpica, que más allá de que están las edecanes y los edecanes hombres, pero que tienen estos uniformes, les daban capacitación de historia de México, de geografía, muchos tenían que hablar idiomas, para atender a todos los juegos; fotos de la olimpiada cultural que fue algo súper importante, que vinieron artistas de primerísimo nivel en México", cuenta.
En las fotografías, los periodistas mexicanos pudieron retratar a atletas fumando en Villa Olímpica, eran otras fisonomías y otros cuerpos. En las competencias las mujeres se peinaban con chongos altos y maquillajes vistosos. Y mientras la tragedia por los estudiantes desaparecidos y asesinados ocurría en México, el 26 de octubre de 1968 celebraba su boda la atleta checa Vera Caslavska, llamada 'la Novia de México'.
"En medio de la masacre, de la violencia, estamos paralelamente en la fiesta, en la celebración en este México proyectándose como moderno, lúdico, el amigo ante el mundo. Lo interesante de este México que seguimos en esta esquizofrenia, que seguimos siendo en estos claroscuros, que nos hace ricos porque no somos esto ni lo otro, nada más: somos los dos", dice.
La importancia de las Olimpiadas en México
Los Juegos Olímpicos de México de 1968 fueron de gran relevancia para el deporte en el país, apunta para RT la periodista deportiva Eréndira Martínez Toledo. "Las medallas del 68 representan la mayor cosecha jamás lograda por una delegación mexicana. Se obtuvieron un total de nueve: tres de oro, tres de plata y tres de bronce".
Además, contaron con la participación de 112 países, representados por 5.516 atletas, 4.735 hombres y 781 mujeres. Fue la primera vez que más de 20 naciones de África participaron en una edición olímpica. El Salvador, Paraguay, Nicaragua, Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Honduras Británicas, República Centroafricana, Kuwait, República Democrática del Congo y Sierra Leona tuvieron su debut en los Juegos Olímpicos.
Se edificaron varios recintos deportivos: la Pista Olímpica de Remo y Canotaje, el Velódromo Olímpico Agustín Melgar, la Sala de Armas, la Alberca Olímpica Francisco Márquez, el Polígono Olímpico de Tiro y el Gimnasio Olímpico Juan de la Barrera.
La mayoría de las instalaciones deportivas se ubicaron en la ciudad, a excepción de cuatro. "Para hospedar a los deportistas, jueces y entrenadores, se construyeron dos villas olímpicas, además de hoteles y apartamentos. Se prohibió la participación de Sudáfrica por sus políticas racistas, las Alemanias compitieron como países separados por primera vez, además de que naciones como El Salvador, Honduras, Kuwait, Paraguay, entre otros, hicieron su debut en los Juegos Olímpicos de Verano".
Y en la Ciudad de México, ya en 1969, se celebraron los Juegos Panamericanos, un evento regional, en el que participaron varios países de Latinoamérica.
El México de 1968 dio paso al nuevo gobierno de Luis Echeverría Álvarez, quien ganó también bajo las siglas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y, pese a ser secretario de Gobernación, con su antecesor que había mandatado la masacre, Gustavo Díaz Ordaz. Con su gobierno se abrió una nueva etapa económica y social para México.
Vania Pigeonutt