El vicepresidente estadounidense Michael Pence ha acusado a China de intentar interferir en los asuntos internos de EE.UU. buscando el cambio del jefe de Estado.
Hablando en el Hundson Institute de Washington, Pence afirmó que "China está haciendo esfuerzos sin precedente para influir en la opinión pública de EE.UU., en las elecciones de 2018 y en la situación, con vistas a las presidenciales de 2020".
"Sinceramente, el liderazgo de Trump da frutos, y China quiere que haya otro presidente", aseguró, informa NBC News.
Citando las declaraciones del mandatario estadounidense la semana pasada sobre la supuesta intromisión política de China, el vicepresidente acusó a Pekín de "manipular la democracia estadounidense".
Asimismo, señaló que "nuestra comunidad de inteligencia sostiene" que China "trata de aprovechar cualquier discrepancia en asuntos políticos entre el poder federal y el local", por ejemplo, sobre los aranceles, "para divulgar su influencia" en el territorio estadounidense.
Según Pence, China moviliza a "participantes clandestinos, grupos de fachada y medios de propaganda" para conseguir cambios en la percepción de la política china por parte de los estadounidenses.
Como ejemplo de los intentos de influir en las elecciones al Congreso del 6 de noviembre próximo, el vicepresidente mencionó la estrategia de China en materia de tarifas impuestas en respuesta a los aranceles antichinos de EE.UU.
"Concretamente, han apuntado sus medidas contra los sectores y estados que son importantes desde el punto de vista de los próximos comicios", aseguró.
"Según una estimación, más del 80 % de las regiones de EE.UU. afectadas por las medidas chinas votaron a favor del presidente Trump en 2016, y ahora los chinos quieren dirigir estos votos en contra de nuestro Gobierno", explicó Pence.
Rivalidad en el Pacífico
Pasando al tema militar, el vicepresidente remarcó que China invierte enormes fondos en modernizar sus Fuerzas Armadas para adelantar a EE.UU. militarmente y expulsarlo del oeste del Pacífico.
"China gasta tanto en sus Fuerzas Armadas como el resto de Asia conjuntamente. Pekín se planteó como prioridad aumentar sus capacidades para superar a EE.UU. en mar, tierra, aire y espacio. Quiere expulsar a EE.UU. del oeste del Pacífico para impedir que facilitemos ayuda a nuestros aliados. Pero no lo conseguirán", afirmó.
Al mismo tiempo, aludió a la creciente presencia militar china en los islotes disputados del mar de la China Meridional, como contradicción a las aseguraciones del líder chino Xi Jinping en la Casa Blanca en 2015 de que su país no intenta militarizar el mar mencionado.