China, que era el mayor importador mundial de residuos plásticos para reciclar, declaró en 2017 la prohibición de importar residuos no industriales. Este hecho ha causado que Washington haya redirigido sus residuos de plástico, aumentando considerablemente los envíos a los países del sudeste asiático en desarrollo, reporta The Guardian, citando a un informe de Unearthed, una plataforma de investigación de Greenpeace.
Según datos de ese organismo, cerca de la mitad de los residuos de plástico, exportados desde EE.UU. para el reciclaje en los primeros seis meses de 2018, fue enviada a Tailandia, Malasia y Vietnam. Por ejemplo, el análisis mostró que las exportaciones estadounidenses de residuos plásticos a Tailandia aumentaron casi un 2.000 % este año; a Malasia, un 273 %; y a Vietnam, un 46 %. También crecieron los envíos de basura de plástico a Turquía y Corea del Sur.
El año anterior, antes de la prohibición de Pekín en este ámbito, EE.UU. había enviado más del 70 % de basura de plástico a China y Hong Kong.
"No sabemos cómo manejar el plástico que producimos"
En base a este análisis, publica The Guardian, activistas medioambientales señalaron que tras la prohibición china, Washington está explotando a los países en vías de desarrollo donde no hay un marco regulatorio para que la basura de plástico se procese de manera segura para el medioambiente.
"En lugar de asumir la responsabilidad de su propia basura, las compañías estadounidenses están explotando a los países en desarrollo que carecen de una regulación para protegerse a sí mismos", indicó John Hocevar, de Greenpeace USA. "Es un problema para EE.UU. y otros países desarrollados producir material a menudo tóxico, del que no pueden o no quieren cuidarse por sí mismos", agregó.
El especialista indicó a The Guardian que el veto chino reveló la escala de la crisis global relacionada con la basura de plástico, que consiste en que "producimos una enorme cantidad de material plástico que no sabemos cómo manejar".
Los países del sudeste asiático ya se enfrentan a problemas debido a esta oleada de residuos, como polución y otros problemas ambientales. Al respecto, el profesor Daniel Hoornweg sostiene que esto es temporal y que esos países con el tiempo "reducirán las importaciones y el procesamiento de los residuos", mientras que los países de Occidente deben darse cuenta de lo grande que es este problema.