La caravana compuesta por varios miles de migrantes procedentes de países centroamericanos con destino a EE.UU. ha roto la valla fronteriza y están cruzando la frontera entre Guatemala y México, pese a las amenazas de represalia por parte del presidente estadounidense, Donald Trump.
El grueso de personas que integran la caravana migrante parmanecen varados en el puente que está por encima del río Suchiate que divide la frontera entre México y Guatemala. Sin embargo, algunos migrantes hondureños lograron ingresar a territorio mexicano a través de balsas.
Hasta el momento el avance de la caravana fue contenido por la policía mexicana. Se espera que los migrantes puedan ingresar a territorio mexicano de manera ordenada en las próximas horas.
El canciller de méxico, Luis Videgaray, explicó esta mañana que podrán ingresar a México aquellos migrantes que cuenten con visado, quienes soliciten algún tipo de refugio, mientras que quienes ingresen sin documentos —por la razón que sea— serían rescatados y regresados a sus países.
La caravana
La polémica se desató luego de que el 12 de octubre comenzara una nueva caravana de centroamericanos —provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala— dispuestos a llegar a territorio estadounidense. Alrededor de 160 personas partieron de la ciudad de San Pedro Sula, la segunda ciudad hondureña más importante. Durante los días siguientes, cientos de personas más se unieron a la columna.
Si bien existe libertad de movimiento entre los países antes mencionados, al llegar a México sus ciudadanos deben mostrar un visado válido para ingresar o sufrir la deportación. Por ese motivo, Washington presiona sobre las autoridades mexicanas para detener el flujo de migrantes.
Trump amenaza con enviar tropas para cerrar la frontera con México
De hecho, el presidente de EE.UU. amenazó este jueves con enviar a los militares para sellar la frontera de su país con México si el Gobierno mexicano no toma medidas para detener la caravana.
En una serie de tuits, Trump acusó a los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador de permitir que una gran "caravana" de migrantes se dirija hacia EE.UU. sin control, y atacó al Partido Demócrata por oponerse a su política de un control más duro de la frontera.
A su vez, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, señaló que la migración en la frontera con México se "acerca a un momento de crisis".
La promesa de López Obrador
Por su parte, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este miércoles que su Gobierno ofrecerá empleo y visas de trabajo a los migrantes centroamericanos en el marco de un plan que ya ha sido entregado al presidente de EE.UU. y que está enfocado en atender las causas y no las consecuencias de la inmigración.
El mandatario considera que la única manera de "atemperar" el fenómeno migratorio es enfrentarlo "con desarrollo, con trabajo, con bienestar" y con pleno respeto a los derechos humanos, en vez del uso exclusivo de la fuerza. Por esa razón, adelantó que a partir del 1 de diciembre, su Gobierno dará a conocer la oferta de empleo para migrantes centroamericanos.
"Los migrantes buscan una vida digna y no pueden ser vistos como criminales"
El experto en migración Guillermo Castillo Ramírez destaca el hecho de que los migrantes de Centroamérica huyen de sus países de origen porque estos "no pueden garantizarles las condiciones de desarrollo", y lo único que les queda ahí son "condiciones muy precarias, en contextos de alta pobreza que viene de situaciones de violencia estructural".
"Me parece que los migrantes tendrían que tener derecho no solo a migrar sino tener derecho a una vida digna", ha comentado Castillo Ramírez a RT, señalando que en ese sentido los migrantes "no pueden ser vistos de ninguna manera como criminales" y que habría que tener "una visión mucho más integral del proceso".