El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, declaró este martes que la caravana de migrantes que se dirige al territorio de EE.UU. está violando la soberanía y las leyes de México, pero advirtió que en su país no pasará lo mismo.
El alto funcionario indicó que su país es "históricamente una nación generosa cuando se trata de migración", señalando que más de 33 millones de personas, que emigraron a EE.UU. de manera legal, ahora viven en su territorio.
Al mismo tiempo, los participantes de la caravana intentan ingresar a EE.UU. ilegalmente, algo "que plantea un inaceptable riesgo para la seguridad de Estados Unidos", mientras que las mismas personas pueden ser "blancos fáciles para traficantes de personas" u otros delitos. A continuación, Pompeo se dirigió a los migrantes que van rumbo a EE.UU. y subrayó que "la caravana no cruzará nuestra frontera meridional ilegalmente en ningún caso".
Varios miles de migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala se congregaron el pasado 19 de octubre cerca la franja fronteriza entre México y Guatemala, donde algunos de ellos rompieron la valla. Los migrantes, que buscan atravesar México para instalarse en EE.UU. y escapar de la pobreza y la violencia en sus países, cruzaron el río Suchiate, que divide Guatemala y México, y aguardaron varados en el lado mexicano.
En ese contexto, el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó con enviar a los militares para sellar la frontera de su país con México si el Gobierno mexicano no toma medidas para detener la caravana. Por su parte, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que su gobierno ofrecerá empleo y visas de trabajo a los migrantes centroamericanos en el marco de un plan que ya ha sido entregado al presidente de EE.UU.
El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, a su vez, criticó la política migratoria de Trump, y expresó su solidaridad con los participantes de la marcha.