¿Qué está en juego y quién ganará? Las elecciones de medio término en EE.UU., en cinco claves
El 6 de noviembre, EE.UU. celebra las elecciones de medio término, el evento más importante del ciclo electoral estadounidense después de los comicios presidenciales. A continuación, respondemos a algunas cuestiones clave sobre la jornada electoral.
¿Qué son y a quiénes se elige?
Las elecciones de medio término o de mitad del mandato ('midterm elections' en inglés), se denominan así porque se celebran justo en medio de dos elecciones presidenciales. Los votantes eligen los miembros del Congreso y gobernadores, además de autoridades locales en algunos estados.
En las elecciones del 6 de noviembre se renovarán todos los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado (33 escaños más dos por la renuncia de los senadores de Minnesota y Misisipi). Además, 36 estados elegirán gobernadores este año, según The New York Times, que precisa que se votará para elegir a un total de 6.665 políticos a nivel de estados y miles más locales.
¿Qué está en juego?
Básicamente, estos comicios determinan qué partido controla las dos cámaras del Congreso y tiene el poder de supervisión del presidente Trump y de su Administración.
En la actualidad, el Partido Republicano controla tanto el Senado (51 senadores republicanos contra 49 demócratas) como la Cámara de Representantes (235 contra 193, además de 7 puestos vacantes), por lo que el 6 de noviembre los demócratas tendrán la oportunidad de arrebatarle el control de al menos una de las dos cámaras.
Muchos ven estos comicios como una especie de referendo sobre la gestión de Trump, que determinará de cuánta libertad para gobernar dispondrá en los próximos dos años y qué posibilidades tendrá de ser reelgido en 2020.
¿Qué pasa si ganan los demócratas?
Si los demócratas logran el control de la Cámara, podrían lanzar investigaciones incómodas o incluso intentar poner en marcha un 'impeachment' contra el presidente. De hecho, algunas informaciones apuntan a que la Casa Blanca ya se prepara para una "arremetida" de investigaciones en el caso de que el Partido Demócrata se haga con la Cámara.
Los demócratas seguirán sin poder dictar su propia agenda legislativa, pero podrán limitar la de Trump, bloqueando sus proyectos en el Congreso.
Si se hacen también con el control del Senado, podrían, además, rechazar cualquier nuevo nombramiento de Trump en el Tribunal Supremo o cualquier nombramiento en su Gabinete.
Por lo tanto, el control del conjunto del Congreso significaría que los demócratas determinarán toda la legislación de los próximos dos años. Aunque Trump podría vetar cualquier medida antes de que se convierta en ley, el Congreso puede superar este veto con dos tercios de los votos.
¿Y si ganan los republicanos?
Si los republicanos mantienen el control del Senado, podrán seguir aprobando los nombramientos judiciales de Trump y obstaculizando cualquier intento de juicio político en su contra. Si pueden mantener el control de ambas cámaras, ello significará que Trump continuará gobernando con poca oposición. En este momento, los demócratas tienen una minoría lo suficientemente grande para bloquear gran parte de la agenda legislativa del presidente, pero no hay mucho que puedan hacer ante los vastos poderes ejecutivos de Trump.
¿Quién ganará?
De momento, los observadores estiman que el escenario más probable es que el Partido Republicano conserve su mayoría en el Senado, mientras que los demócratas conseguirían el control de la Cámara de Representantes.
Según los últimos datos actualizados de FiveThirtyEight, sitio web especializado en pronósticos electorales, la probabilidad de que los demócratas obtengan el control de la Cámara es de un 84,8%, frente a tan solo un 15,6% que tienen de hacerse con el Senado. Con todo, las encuestas muestran que las carreras por la Cámara están muy parejas y que nada está garantizado.